El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, pidió este jueves a los países vecinos a Ucrania que «mantengan sus fronteras abiertas para aquellos que buscan seguridad y protección».
En un comunicado, el máximo responsable de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) también pidió que se garantice la seguridad y el acceso de sus efectivos en Ucrania con el fin de poder continuar su asistencia humanitaria a desplazados y refugiados.
Grandi mostró preocupación por el rápido deterioro de la situación en Ucrania y advirtió que las consecuencias de la guerra en las poblaciones civiles «son devastadoras».
Asimismo, el funcionario expresó que no hay ganadores en una guerra, «sino incontables vidas que serán destrozadas».
El alto comisionado, reclamó a las partes en conflicto que protejan no sólo la vida de los civiles sino también las infraestructuras no militares.
Según datos de la organización, centenares de ciudadanos ucranianos cruzaron en las primeras horas de este jueves las fronteras de países vecinos.
Entre los que destacan Rumanía o Eslovaquia con el fin de buscar refugio en casas de amigos y familiares ante la invasión militar por Rusia.
Según el Gobierno ucraniano, desde comienzo de la crisis de Crimea y el Donbás en 2014 ha habido 1,5 millones de desplazados en el país.
Con información de 2001
