Agencias AFP/AP
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció ayer un nuevo “acto de terror” tras el bombardeo de una escuela en Mariúpol aunque se mostró dispuesto a negociar con Vladimir Putin para poner fin a los ataques de Rusia, que usó otra vez un misil hipersónico.
Los bombardeos, en particular sobre la ciudad portuaria asediada de Mariúpol (sureste), cuyas calles están llenas de cadáveres según los testigos, se producen en un momento de dificultades en las negociaciones, aunque Turquía dijo ayer que las partes estaban “cerca de un acuerdo”.
El mandatario ucraniano dijo estar dispuesto a negociar con su par ruso, Vladimir Putin.
“Estoy listo desde los dos últimos años y creo que sin negociaciones la guerra no se detendrá”, dijo Zelenski en una entrevista difundida en la cadena estadounidense CNN.
Antes había denunciado el bombardeo de la escuela de arte de Mariúpol, destruida por los ataques rusos cuando 400 personas, entre ellas mujeres, niños y ancianos, se refugiaban allí, según las autoridades locales.
Infligir “algo así a una ciudad pacífica (…) es un acto de terror”, dijo Zelenski, denunciando un “crimen de guerra”.
En Kiev, un proyectil explotó ayer a las puertas de un edificio, dejando al menos a cinco heridos, dos de los cuales fueron hospitalizados, dijo el alcalde Vitali Klichkó.