España, Portugal y Francia se enfrentan este fin de semana a graves incendios forestales, algunos de ellos fuera de control, coincidiendo con una ola de calor que afecta a varios países europeos y que ha provocado la muerte de más de 500 personas sólo en España y Portugal.
Otro de los incendios que más preocupa es el que comenzó el viernes en la sierra de Mijas, en la provincia andaluza de Málaga, que afecta a un perímetro de 1.890 hectáreas y mantiene a 2.765 personas desalojadas de sus viviendas, ya que 300 de las 3.065 que fueron evacuadas pudieron volver a sus casas.
En Galicia han ardido al menos 4.300 hectáreas en trece fuegos, de los que tres ponen en riesgo a varios núcleos de población.
En Francia cuatro bomberos resultaron heridos leves en los incendios del departamento de Gironde, con capital en Burdeos, que desde que se declararon el martes ya han calcinado hasta este sábado más de 10.500 hectáreas de bosque y han obligado a evacuar a 13.500 personas.
Portugal también lucha contra los incendios y ha logrado controlar los focos de fuego en el país, pero estudia si mantendrá las restricciones del estado de contingencia ante la amenaza de la reactivación de los fuegos, que todavía es “extrema”.
Aunque las altas temperaturas han bajado (tras llegar a récords de hasta 47 grados en los últimos días), el viento y la sequía dejan «condiciones todavía extremas» de riesgo, admitió hoy el comandante André Fernandes, de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANPEC).