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Alemania carece actualmente del volumen de gas necesario para el próximo invierno, sostiene Klaus Müller, director de la Bundesnetzagentur, oficina reguladora alemana para los mercados de electricidad, gas, telecomunicaciones, correos y ferrocarriles. “Los depósitos de gas están tan solo a 65%. Es mejor que las semanas anteriores, pero no es suficiente para pasar el invierno sin gas ruso”, reconoció la autoridad gubernamental.
Müller añadió que mucho dependerá de si el gas vuelve a circular por el Nord Stream 1 y en qué cantidad, porque ahora el gasoducto ruso ha suspendido su actividad por 10 días, debido a las obras de mantenimiento técnico anuales, las cuales deben concluir el próximo 21 de julio.
El jefe del regulador alemán aseguró que los hogares no sufrirán cortes en la calefacción, porque, de ser necesario, su país podría conseguir gas de vecinos europeos como Noruega, los Países Bajos, Bélgica o a través de terminales de gas natural licuado.
Mientras tanto, Michael Hüther, director del Instituto de Economía Alemana, advirtió de las “devastadoras” consecuencias que podrían provocar la reacción de los miembros del bloque comunitario a una eventual renuncia a las importaciones del gas ruso.
“Si los países de la UE piensan solo en sí y cortan los flujos de gas a los países vecinos, el colapso del mercado en Europa amenaza con consecuencias devastadores para las compañías y los consumidores”, advirtió.