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La madrugada del pasado martes, fueron las últimas horas de vida para María Paula Azuaje Amaro de apenas 22 años de edad, quien fue brutalmente asesinada por su compañero sentimental, luego de que ella le comunicara que había tomado la determinación de poner fin a la relación que los unió por algún tiempo.
Este homicidio, donde otra mujer perdió la vida por violencia doméstica y que intensifica las alarmas para la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y las ONG que estudian de cerca el incremento de las cifras de femicidios registradas en el país en los dos primeros trimestres del 2024, se desarrolló en uno de los urbanismos del municipio San Genaro de Boconoíto, en el estado Portuguesa.
Según la información recabada por la fuente de sucesos de El Periodiquito, la discusión entre Paula Azuaje Amaro y su conyugue identificado como Junior Adrián Pantaleón Guaicara de 23 años de edad, comenzó desde el pasado día domingo en el interior de su residencia, situada específicamente en el sector II de la urbanización La Comunidad, en Guanare.
Al parecer, lo que había comenzado como una conversación de pareja, con el pasar de los minutos, se fue tornando violenta, ya que el joven nunca aceptó la decisión de la muchacha de terminar con la relación, por lo que este cegado por la rabia la asesinó vilmente. Tras haber cometido el homicidio y enfocado en librarse de su responsabilidad, Junior Adrián agarró el cuerpo de Paula y lo trasladó a una zona boscosa de la carretera Guanare-Barinas, donde lo enterró.
Pasadas las horas, familiares de la víctima, al notar su ausencia decidieron formular la denuncia de su extraña desaparición ante el cuerpo detectivesco correspondiente, que inició el proceso de investigación e interrogatorio de las personas cercanas a la joven.
Por último, se conoció que durante el procedimiento de interrogatorio, los agentes de la Brigada Contra Homicidios del Cicpc, consiguieron la confesión del homicida quien luego de narrar el hecho, dijo el lugar donde había enterrado a su pareja, resaltando que, en un intento por eliminar las evidencias, después de sepultarla, quemo la ropa de la joven y la suya.
Una vez Pantaleón Guaicara, reveló donde había enterrado a su compañera sentimental, los expertos en criminología se trasladaron al sitio para recuperar el cuerpo de la joven y llevarlo a la morgue del Senamecf donde sería reclamado por sus familiares para las exequias respectivas.
