La nutricionista Susana Raffalli aseveró que el sistema alimentario, como un todo, a escala nacional “está muy desarticulado”
Susana Raffalli, nutricionista venezolana, señaló que en términos de país y de seguridad alimentaria, la situación alimentaria no se ha agudizado, más bien está empezando a mostrar ciertos indicadores de mejoría relativa, “con respecto a la crisis profunda que tuvimos en 2017″.
Sin embargo, acotó que esa mejoría no es suficiente en cantidad y velocidad para reparar la “crisis profunda que hubo entre 2014 y 2018”, lapso en el que se registró “un deterioro importantísimo de todos los componentes del sistema alimentario venezolano”.
Sostuvo que actualmente, hay 5 millones de personas en el país que se encuentran en situación de hambre.
“Decir que Venezuela tiene 5 millones de personas en situación de hambre es todavía una cifra escandalosa, sobre todo si nos comparamos con el promedio regional de América del Sur. Venezuela tiene ahora 17,2% de población en este estatus, mientras que en el promedio regional es de 6%”, explicó.
Raffalli comentó que a pesar de que hay signos de mejoría en la seguridad alimentaria de la nación, “existen daños que son irreparables, ya no como país, sino en términos de la situación alimentaria de las familias en Venezuela”.
Resaltó que hay grandes y pequeñas zonas del país muy desiguales. “Si hablamos en términos de dietas saludables en el país, estamos en un franco retroceso desde hace muchos años”, añadió.
La especialista apuntó que en Venezuela ha aumentado el consumo de pan blanco, ante las fallas el suministro de gas doméstico para cocinar.
Igualmente, puntualizó que más de 60% de las familias venezolanas dice que está comiendo cosas que preferirían no haber comido jamás.
