Sequías prolongadas y lluvias más intensas son algunos de los efectos de la crisis climática en Venezuela, por lo que expertos en la materia consideran necesario establecer planes que permitan la adaptación y la resiliencia para reducir las vulnerabilidades de la población.
Los fenómenos climáticos, como el del Niño y la Niña, siempre han existido, pero el coordinador de meteorología aplicada del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), Rafael Hernández, afirmó que la frecuencia es cada vez más fuerte, provocado por la crisis climática.
Explicó que, en 2017, el organismo determinó que las precipitaciones intensas se iban a incrementar con una duración más corta, que el país pasaría de 37% a 47% de superficies secas y que la temperatura máxima se elevará a 0,57 grados centígrados cada 10 años.
“Eso lo estamos viendo desde 1999 para acá. Uno de los primeros eventos que nosotros vimos fue la vaguada que produjo un alud torrencial, sobre todo en la región central, en lo que hoy conocemos como el estado La Guaira”, señaló, al recordar el deslave en dicha región que se cobró la vida de miles de personas.
Con información de El Nacional