El expresidente estadounidense Donald Trump abordó el tema de la migración irregular durante su discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), destacando medidas como sellar la frontera y deportar a los inmigrantes ilegales.
La crisis migratoria es uno de los temas centrales de la campaña para los comicios que disputarán probablemente Trump, de 77 años, y el presidente demócrata Joe Biden, de 81, a quien los conservadores acusan de no hacer lo suficiente para remediarla.
El expresidente hizo un paralelismo entre los migrantes y la delincuencia, partiendo de un caso ocurrido hace unos días en Nueva York.
“Crimen migrante”
“Va a ser más grave que los delitos violentos y los delitos tal como los conocíamos, porque tenemos millones y millones de personas, y provienen de prisiones y cárceles”, afirmó agitando de nuevo el miedo al migrante.
Provienen “de instituciones mentales y manicomios. No, no son lo mismo. Un manicomio es una institución mental con esteroides, ¿vale? Es ‘El silencio de los inocentes’, ¿vale? Tú lo sabes. ¡Hannibal Lecter! Todos están siendo depositados en nuestro país”, dijo.
Hannibal Lecter es el psicópata de ficción más famoso de la gran pantalla, gracias a la película “El silencio de los inocentes”.
Trump, quien ya dijo que los migrantes “envenenan la sangre del país”, lo que le valió comparaciones con Adolf Hitler, es partidario de reanudar la construcción del muro en la frontera con México y de los llamados Protocolos de Protección al Migrante (conocidos como “Quédate en México” o MPP).
El exmagnate prometió abordar el problema a su regreso a la Casa Blanca, tomando medidas “tan draconianas como sea necesario” para frenar los cruces fronterizos de migrantes y solicitantes de asilo.
“Una pesadilla”
“Un voto a Trump es tu billete de vuelta a la libertad y tu pasaporte para salir de la tiranía”, dijo, aclamado por cientos de seguidores con gorras rojas.
Bajo el gobierno demócrata, “Estados Unidos es una pesadilla”, afirmó en la la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en los suburbios de Washington.
Trump despertó la risa del público imitando a Biden, al que describe como “una amenaza para la democracia” y un presidente “rodeado de fascistas”.
Y les prometió que el 5 de noviembre, día de las elecciones, sería para ellos el “día de la liberación”.
Su discurso estuvo marcado por una retórica tan amarga como siempre, haciendo numerosas referencias a una democracia estadounidense al borde del colapso.
“Todo en nuestro país va a funcionar correctamente. De nuevo, va a funcionar. Vamos a ser respetados en todo el mundo”, aseguró Trump, quien confía en ser reelegido.
Acto seguido, puso rumbo a Carolina del Sur, donde se celebra una nueva etapa de las primarias de su partido.