La cocina en uno de los espacios más importantes de la casa, tenerla equipada y contar con una buena iluminación es esencial para el día a día.
Sin duda, una correcta utilización de la luz facilitará el trabajo en la cocina, además te ayudará a disminuir el cansancio de la vista y podrás ver con mayor facilidad los rincones que estén sucio.
Aunque el mercado ofrece una variedad de bombillos, están los de luz amarilla y blanca. Entre los bombillos de luz blanca encontramos los LEDs.
Los expertos en diseño recomiendan usar luz blanca en el área donde se preparan los alimentos ya que estos ofrecen de 6.500 a 7 mil kilovatios, esta intensidad de luz es perfecta para usar en áreas como el comedor, cocina y exteriores.
Otra de las recomendaciones es colocar una iluminación general y focos extras, dirigidos a áreas como el fregadero y los fogones.
Claves para lograr una buena iluminación
1 Si hay mucha iluminación natural, se puede usar un regulador de iluminación para crear un balance durante el día.
2 Se debe tomar en cuenta la iluminación principal como es la del techo, la puntual que son las ubica debajo de los estantes o gabinetes, o de ambiente decorativa que suele usarse en los estantes con vajilla a la vista.
3 Los focos para iluminación general tienen una salida de luz abierta o ángulo de iluminación, de 60° y lo ideal es colocarlos a metro y medio de distancia entre sí, de forma lineal.
4 La focal también va a depender de los colores de paredes y pisos. Si predomina el blanco, se reflejará más la luz y tal vez no se requiera tantos bombillos; en cambio, si son oscuros se va a requerir de más focos que generen luminosidad.
5 Si hay islas en la cocina, ésta se ilumina dependiendo de si tiene fogón o no: en el primer caso, se usa luz fría; pero, en el segundo, si es para sentarse a comer y compartir, funciona mejor una lámpara colgante con luz cálida.
6 En las zonas útiles, como las alacenas o gabinetes, las luces empotradas, ofrecen claridad y no molestan a la vista.
Con información de Diario 2001
