|| Glenn Requena
El Ministerio de Educación estaría exigiendo a las instituciones afianzar las presenciales el año que viene
Estudiantes de universidades públicas del estado Aragua manifestaron que temen ante la llegada de 2022. No visualizan un panorama positivo en el que las autoridades nacionales presten atención a las infraestructuras que desde hace meses están en condiciones deplorables.
Héctor Pinto, secretario de propaganda adjunto de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y estudiante del campus Cagua, manifestó que al sector les depara un futuro incierto, ya que no existe un plan por parte del Estado y de las autoridades universitarias para la recuperación del núcleo.
“Las autoridades no le han prestado atención al núcleo de Cagua, están dejando sin respuesta a 400 estudiantes y cada día va disminuyendo”, enfatizó.
El dirigente avizoró un posible conflicto universitario, ya que exigirán elecciones a los directores de la UCV. Recientemente hicieron una consulta a la comunidad estudiantil para conocer quiénes deben votar o no en los comicios para elegir autoridades.
Por su parte, Gabriel Díaz, secretario de asuntos nacionales de la Federación del Centro de Estudiantes de la UPEL, avizora un 2022 complicado y difícil porque el Ministerio de Educación ha pedido que las clases sean presenciales y la institución no cuenta con las condiciones para recibir la población estudiantil, debido a los múltiples actos vandálicos.
“La universidad lo que evalúa es la semipresencialidad y así poder resolver el tema de las clases. Se está llegando a un consenso”, explicó.