|| Glenn Requena
La tradición se forja en un personaje mítico que trae regalos en la madrugada del 25 de diciembre
La Navidad suele ser una época especial para todos los venezolanos, sin embargo, los niños son los que más la disfrutan, viven esta temporada con ilusión y como si estuviesen en una película, debido a los momentos que viven, porque no solo esperan regalos, sino amor y diversión por parte de sus seres más allegados.
La mayoría de los padres y representantes mantienen la ilusión de estas fechas en sus pequeños, a pesar de todas las circunstancias que pueden estar viviendo.
Para conservar la “magia” de estos días, adornan las casas con objetos navideños y luces, colocan el arbolito o el nacimiento y ayudan a hacer la carta al Niño Jesús o a “Santa”.
“A ellos les encanta. Adornar la casa los incentiva a escribir su carta del Niño Jesús para que mantengan esa bonita ilusión. La Navidad es para los niños, unión, alegría y agradecer que tenemos salud”, expresó Nildre Requena, madre de dos niños de seis y 10 años de edad.
Hay hogares en los que tratan que los más pequeños de la casa mantengan los valores, para que Santa Claus o el Niño Jesús les lleve los regalos.
“Siempre tratamos de mantener el espíritu navideño. Mi sobrina escribe su carta, pero le recordamos que se debe portar bien para que reciba lo que espera”, señaló Liuber Higuera, tío de una niña de siete años de edad.
Igualmente, Kegni Requena, madre de una niña de 10 años de edad, indicó que diciembre es un mes de alegría y emoción para los pequeños, por lo que educa a su hijo en la creencia del Niño Jesús y el 24 de diciembre esperan con mucho entusiasmo la llegada de los regalos.
¿ENGAÑO O ILUSIÓN?
Quienes se oponen a la tradición de Santa Claus o el Niño Jesús, resaltan que esta creencia dificulta que los padres mantengan el foco en Jesús y en la Natividad, cuando todo se enfoca en la llegada de quien deja los obsequios. Sostienen que este tipo de prácticas encamina a los niños hacia una gran decepción, en la que algunos se sienten traicionados y avergonzados cuando se enteran de lo que realmente ocurre. Lo peor sucede cuando los padres usan la tradición como apoyo disciplinario. Al amenazar con la pérdida de los regalos mágicos si no hay un buen comportamiento del niño. En contraposición, hay los que defienden la creencia, al resaltar que anima a los niños a pensar en alguien bondadoso que no es estrictamente tangible. Para cuando llega el momento en que los niños conocen la verdad del mítico personaje, a menudo ya han recibido una educación que habrá fortalecido su fe y su capacidad de confiar en un Dios que no se ve, pero se siente y que provee a sus padres y demás mayores, de recursos económicos para poder adquirir los tan anhelados obsequios decembrinos. |
¿QUÉ PIDEN? LOS NIÑOS?
Dana García
“Pedí una bicicleta, una cocina. También algo para hacer pulseras, una muñeca y un monopatín con luces”. |
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José y Samuel Calo (Hermanos)
“En la carta que escribimos pedimos unión y salud para toda mi familia. También incluimos un juego de FIFA, un Spiderman Mike Morales, un reloj y un suéter de Spiderman”. |