||Rodolfo Gamarra
Los adolescentes enfrentan constantes estímulos a través de las redes sociales, cambios físicos, hormonales y situaciones complejas en el ámbito familiar, lo que puede llevarlos a experimentar ansiedad y depresión
Según estudios realizados por la ONG venezolana Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), en el año 2023 se registraron 191 casos de riesgo suicida en niños y adolescentes durante el primer semestre /del año, lo que representó un incremento de 17,9% respecto al mismo período de 2022, cuando se documentaron 162 casos.
Estas cifras reflejan una preocupante tendencia que afecta a la población joven en Venezuela, en especial en los adolescentes, quienes enfrentan diversos desafíos en su entorno social y familiar.
La psicóloga Carol Ruiz, del Instituto de Insajuv, destacó la importancia de abordar la situación en la que se encuentran muchos jóvenes venezolanos.
Según sus palabras, los adolescentes enfrentan constantes estímulos a través de las redes sociales, cambios físicos, hormonales y situaciones complejas en el ámbito familiar, factores que pueden llevarlos a experimentar ansiedad y depresión, “en algunos casos con graves consecuencias”.
Ruiz mencionó que los jóvenes son vulnerables a estos cambios emocionales y presiones sociales, lo que los hace propensos a trastornos de ansiedad, episodios de tristeza y depresión.
Factores como la necesidad de encajar en la sociedad, la sobre estimulación de las redes sociales y la exposición a estereotipos de belleza y éxito, afectan de forma negativa la salud mental de los jóvenes. A juicio de la especialista, esto puede generar patologías y sufrimientos psicológicos que deben ser atendidos a tiempo.
PAPEL DE LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD
La psicóloga enfatizó en la importancia de fortalecer la autoestima y los valores de los jóvenes, así como brindarles un ambiente de apoyo y comprensión en casa. Destacó la necesidad de promover la comunicación, escuchar a los hijos y establecer límites claros dentro del hogar.
Asimismo, resaltó que la presión social y la falta de validación emocional pueden contribuir al desarrollo de trastornos psicológicos en los más pequeños. Ruiz alertó sobre la creciente incidencia de desórdenes mentales en los adolescentes, al señalar que uno de cada siete entre 10 y 19 años puede presentar un problema psicológico, siendo la ansiedad y la depresión los más comunes.
“Es fundamental brindar apoyo emocional, aceptación y orientación a los jóvenes para ayudarles a gestionar sus emociones y superar las dificultades que enfrentan en su vida cotidiana”, destacó.
PROGRAMA DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA
En respuesta a esta realidad, el Instituto Aragüeño de la Juventud ha lanzado el programa de arte terapia “Felizmente”, dirigido a jóvenes que sufren de depresión y ansiedad.
Este innovador programa busca canalizar las emociones a través del arte, al brindar un espacio seguro para que los muchachos reciban apoyo terapéutico.
Por medio de la pintura, los participantes pueden drenar sus angustias, manifestarse en un ambiente relajado donde la ansiedad y los estados de tristeza se liberan a través de las pinceladas en el lienzo. Con el apoyo de profesionales que acompañarán a los jóvenes en cada etapa en su camino a una mejor salud mental.
La abogada Alba Galindo, Secretaria Sectorial del Poder Popular para la Juventud y el Deporte en el Estado de Aragua, destacó la importancia de este programa como una herramienta integral para atender las necesidades psicológicas de los adolescentes.
A través de esta iniciativa, se busca sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la atención psicológica y promover el bienestar emocional en los jóvenes.
Papel de la familia y la sociedad
En medio de un escenario preocupante de aumento de casos de riesgo suicida en niños y adolescentes en Venezuela, es fundamental abordar la salud mental de los jóvenes desde diversas perspectivas, destacó Galindo.
La funcionaria hizo hincapié en el rol de la familia, la sociedad y los programas de atención psicológica como “Felizmente”, que juegan un papel crucial en la prevención de trastornos mentales y la reducción de los casos de suicidio en la población adolescente.
“Es necesario promover un entorno de comprensión, apoyo y diálogo para fomentar la salud emocional y el bienestar de las nuevas generaciones en el país”, enfatizó Galindo.
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