Rodolfo Gamarra
*** La ausencia de normas de seguridad ha sido identificada como un factor crucial detrás de incidentes que se han presentado en estos espacios recreativos
Las muertes por inmersión de menores en piscinas de clubes y centros de recreación encienden las alarmas entre la comunidad, por lo que El Periodiquito consultó a un experto para determinar las normas y procedimientos que deben mantenerse, a fin de evitar este tipo de tragedias.
En la investigación se determinó que la ausencia de normas de seguridad ha sido un factor crucial detrás de estos incidentes, lo que insta a la necesidad de reforzar medidas preventivas.
Eduardo Nápoles Cruz, director de natación de la Asociación de Deportes Acuáticos del estado Aragua, resaltó la responsabilidad compartida de padres, encargados de las instalaciones y el Estado. “Solo con la colaboración de todos se puede garantizar entornos seguros para la recreación acuática de los menores”.
Nápoles enfatizó en la importancia de establecer pautas claras y efectivas con el fin de prevenir accidentes. Además, subrayó la relevancia de la formación y supervisión adecuada de salvavidas, así como de la implementación de medidas de seguridad específicas para distintos tipos de piscinas.
En el ámbito deportivo, el profesor explicó que la seguridad de los atletas se centra en mantener grupos reducidos de unos 15 niños por clase, lo que promueve un control más efectivo por parte de los instructores.
Sin embargo, al abordar la seguridad en piscinas recreativas, destacó la necesidad de contar con salvavidas certificados y vigilantes visuales, distribuidos de manera estratégica en función de la extensión y profundidad de la alberca.
Asimismo, enfatizó la importancia de regular el consumo de alcohol en estos espacios y garantizar una delimitación clara de áreas infantiles con señalización adecuada.
SUPERVISIÓN DE LOS PADRES
En cuanto a las responsabilidades de los padres al asistir con sus hijos a estos sitios, subrayó la necesidad de una supervisión activa y constante de los adultos sobre los pequeños, así como la obligación de seguir las indicaciones de seguridad proporcionadas por el personal de las instalaciones.
El experto enfatizó que los niños, entre tres y cinco años, deben estar con un adulto de manera constante mientras se encuentren dentro del agua, para garantizar su seguridad.
Advirtió que el uso de flotadores y otros dispositivos de seguridad no garantizan una total seguridad, “solo la cercanía de los padres en cada momento representa una verdadera medida de protección”.
Asimismo, mencionó la importancia de que los salvavidas mantengan una delimitación clara de sus áreas de responsabilidad y estén preparados para actuar en caso de emergencias.
REQUERIMIENTOS BÁSICOS
En un llamado de atención, Eduardo Nápoles Cruz, resaltó la “urgente necesidad” de fortalecer las normas de seguridad en piscinas recreativas y áreas acuáticas, destinadas al esparcimiento familiar.
Se hace hincapié en la relevancia de una mayor supervisión y capacitación, tanto de los salvavidas como del personal involucrado en la gestión de las instalaciones, a fin de prevenir accidentes y proteger la vida de los usuarios, en especial de los menores de edad.
Indicó que una buena opción es incluir a los niños desde temprana edad en escuelas especializadas de natación, “lo que garantiza una respuesta más efectiva de los infantes ante algún evento, además de que los enseña a aplicar las normas de seguridad en el agua cuando se encuentran en espacios recreativos”.
La vigilancia continua es la medida de seguridad más eficaz. Realizar una supervisión al tacto – que el niño esté siempre cerca – y organizar turnos de vigilancia entre los adultos, son dos buenas medidas de prevención para que un descuido no cause un incidente en la piscina.
Fotos: Rodolfo Gamarra/Cortesía