|| Rodolfo Gamarra
Expertos analizan las posibles consecuencias negativas que esta disparidad podría traer al desarrollo económico del país en los próximos meses
Diversos sectores de la economía venezolana están en alerta ante el creciente incremento de la brecha cambiaria entre el cambio oficial y el paralelo. Expertos evalúan las posibles consecuencias negativas que esta disparidad podría traer al desarrollo económico del país en los próximos meses.
Luis Crespo, vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, señaló que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo ha experimentado un aumento significativo en los últimos días, hasta el punto de alcanzar más de 20% de diferencia.
Esta situación genera inquietud en varios sectores económicos, ya que la moneda estadounidense es vital para reponer inventarios, adquirir materias primas y la actividad productiva.
Crespo advirtió que esta discrepancia afecta de manera directa a comerciantes y empresarios, e impacta sus operaciones, al incidir en la actividad económica de manera negativa, lo que podría derivar en implicaciones inflacionarias si la tendencia persiste.
Por su parte, Héctor Gómez, presidente de Fedecámaras Aragua, explicó que la sobrevaloración del bolívar repercute de manera directa en el sector productivo y de servicios, tanto a escala regional como nacional.
“Esta sobrevaluación coloca a las mercancías locales en desventaja frente a las importaciones, lo que aumenta los costos de producción nacionales y genera una competencia desigual en el mercado”.
Gómez alertó sobre la necesidad de implementar una política económica equilibrada para frenar la sobrevaluación del bolívar y disminuir la marcada brecha cambiaria, que supera el 20%, según indican los economistas.
En este escenario, los expertos coinciden en que la situación del bolívar, estimula la importación de productos más baratos en detrimento de la producción nacional, lo que genera un desequilibrio interno y desventajas para la economía local.
Insistió en que la disparidad representa un desafío para la economía venezolana, al tiempo que destacó la urgencia de acciones concretas para corregir la marcada diferencia y promover un ambiente económico más estable y equitativo para todos los sectores involucrados.
