|| Rodolfo Gamarra
En el plato navideño venezolano se mezclan distintas tradiciones indígenas, europeas y africanas. En este convergen una variedad de sabores, texturas y aromas. La hallaca es el principal integrante, junto con el pan de jamón, la ensalada de gallina y el asado negro. Según la región del país, estos componentes pueden variar; sin embargo, el sabor característico siempre se mantiene.
Por lo general, durante noviembre y diciembre los restaurantes locales, ofrecen este plato como parte principal de sus propuestas culinarias a los comensales. Cada negocio le agrega su toque distintivo; sin embargo, ofrecen una gran cantidad de combinaciones para satisfacer los gustos más variados.
En este contexto, Julio García, representante de los trabajadores de un reconocido restaurant, en Las Delicias de Maracay, resaltó la gran demanda de estos platos durante la temporada navideña, al tiempo que destacó las opciones con pernil, pavo, pollo, lomito o costilla, a un precio de 10 dólares, en su versión clásica, incluye hallaca ensalada, pan de jamón y carne a la elección.
García aseguró que, aunque en esta temporada es muy solicitado por el público en general, es el plato distintivo del almuerzo o cena de fin de año de las empresas, por lo que su demanda es aún mayor la primera quincena de diciembre, período en el que suelen realizarse estos eventos sociales.
Durante todo el mes se programan reuniones con hasta más de 50 comensales por empresa, que además del plato navideño, suelen disfrutar de dulces tradicionales, vino o ponche crema, que complementan el sabor distintivo de las navidades venezolanas.
En relación con el año pasado, García destacó que la demanda del plato navideño ha incrementado esta temporada “de manera considerable”.
Se espera que sea solicitado aún más el 24 y 31 de este mes, cuando las familias por tradición se reúnen para pasar un día diferente y disfrutar del sabor de la multisápida y los demás manjares tradicionales de la temporada.