|| Yirvis Vásquez
Las situaciones climáticas en el mundo actualmente han cambiado, reflejadas en las pérdidas de algunas especies y lugares emblemáticos
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
Recientemente la Unesco advirtió que el cambio climático amenaza uno de cada seis monumentos y uno de cada tres espacios enlistados como Patrimonio Mundial.
Este factor climatológico, presente en todos los continentes, destruye actualmente muchos de los sitios declarados patrimonio de la humanidad, razón por la que la Unesco propuso reflexionar este año sobre “Patrimonio y clima”.
“El cambio climático es uno de los problemas definitorios de nuestro tiempo y una de las mayores amenazas que enfrentan los monumentos y sitios culturales y naturales del Patrimonio Mundial de la Unesco”, se explica en la página oficial de la organización.
Expone además que actualmente, muchos de los sitios patrimoniales se encuentran “amenazados por incendios forestales, inundaciones, tormentas y blanqueamientos masivos”.
EL CALENTAMIENTO DE LA TIERRA
Enrique García, de la organización Sembremos Todos en Aragua, reiteró el llamado que hizo las Naciones Unidas: “Si nosotros no comenzamos a atacar los incendios forestales y deforestación alcanzaremos 1.5 o 2 grados de temperaturas más a nivel planetario y eso trae una consecuencia devastadora para el ecosistema y la humanidad”.
García precisó que otro problema que es grave para la Tierra es la explotación minera indiscriminada que tiene un gran impacto a nivel del ecosistema.
“En Venezuela no tenemos un control, esto termina contaminando las aguas, pero también deforestando terrenos y deteriorando los suelos”.
Añadió que en la ciudad no hay ningún tipo de medición de partículas de contaminantes que hay en el aire.
“Cada vez que hay una quema en un vertedero, no solo son los gases que salen a la atmósfera, sino partículas que llegan a la ciudad que pueden causar problemas respiratorios u otras enfermedades”.
El especialista resaltó que a las autoridades y comunidades les toca una tarea que hasta ahora se ha dejado de lado, “la prevención de los incendios forestales y el desalojo de las invasiones del parque nacional Henri Pittier”.
HACER LAS PACES
A medida que la crisis climática se vuelve cada vez más grave, cada nuevo Día de la Tierra adquiere una mayor importancia.
Los bosques y los océanos (son los mayores productores de oxígeno), forman el principal órgano respiratorio del planeta. Son de vital importancia para mantener la vida en la Tierra y desempeñan un papel fundamental, tanto, en la lucha contra el cambio climático y en limpiar nuestro aire.
LAS CONSECUENCIAS
La contaminación del aire, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mata a 7 millones de personas cada año.
En todo el mundo, 9 de cada 10 personas respiramos aire contaminado debido a las emisiones del tráfico, la industria, la agricultura y la incineración de residuos.
“La humanidad ha declarado la guerra a la naturaleza, algo tan insensato como suicida. Las consecuencias de nuestra temeridad ya están provocando sufrimiento humano, importantes pérdidas económicas y un aceleramiento de la erosión de la vida terrestre”, dijo António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.
EL DATO
“El Día de la Tierra tiene como objetivo alcanzar un justo equilibrio entre el uso de los recursos naturales y las necesidades económicas y sociales, de nuestras generaciones presentes y futuras”.
Se designa Día Internacional de la Madre Tierra por la Resolución 63/278, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de abril de 2009.
