|| Yirvis Vásquez / Fotos Rodolfo Gamarra
La carne sufre sudoración cuando no hay energía eléctrica y las personas a veces no la compran
Debido a los constantes cortes eléctricos y fluctuaciones diarias, comerciantes de alimentos refrigerados aseguran que no solo pueden tener pérdidas de sus productos, sino también daños a los electrodomésticos.
Neveras, congeladores y vitrinas eléctricas, son algunos de los aparatos que sufren con los cortes de luz. Vendedores exigen al gobierno que, si las interrupciones son inevitables, se difunda un cronograma de racionamiento, para estar prevenidos.
Al conversar con Jean Ávila, encargado de una carnicería en el centro de Maracay, precisó que a pesar de no ser constantes, con las suspensiones del servicio pueden pasar más de mediodía a oscuras. “Esto afecta, ya que por ejemplo la carne pasa por un proceso de sudoración, va perdiendo su color rojizo y el cliente no la lleva”.
A esto sumó la reactivación de pesos y puntos de pago.
Este comerciante contó que trata de abrir lo menos posible las neveras para que se mantenga la refrigeración. Ávila manifestó que debido a los frecuentes bajones de luz, se le ha quemado varias herramientas de trabajo.
De la misma manera, Dulma Petrizzo, encargado de una pescadería en el Mercado Libre, dijo que a pesar de no registrar cortes del servicio eléctrico, cuando le toca son notificados, por ende toma previsión y compra más hielo.
De lo que no se ha salvado es del cambio en los niveles de voltajes que igual impactan en los aparatos. “A pesar que los motores de mis neveras tienen su protector, cuando la energía eléctrica viene tan alta me quema, no solo el protector, sino el motor, ya me pasó con los motores, uno se dañó por completo y otro falla”, agregó que se le han explotado los bombillos.
