|| Rodolfo Gamarra / Foto: Cortesía
Uno de los oficios más antiguos es el de zapatero. En Venezuela es común encontrar uno o dos locales de reparación de calzado en cada zona popular. Lo que era hace algunos años atrás una actividad altamente lucrativa, en la actualidad, no estaría entre las principales opciones de los clientes.
Zapateros del centro de Maracay señalaron que en lo que va de año ha descendido la demanda de reparación de calzados, aseguran se debe a la gran oferta de zapatos importados de muy bajo costo (entre cinco y diez dólares), por lo que las personas prefieren comprar que reparar.
El calzado que se repara en este momento resulta más costoso. Los precios oscilan entre 110 y 120 bolívares, con suelas de goma de alta calidad. Las suelas plásticas económicas cuestan alrededor de 80 bolívares por par. Otro dato importante es que los zapatos de dama muy poco se reparan.
Aunque el negocio aún se mantiene, varios locales han tenido que cerrar, debido a la poca clientela y dedicarse a otros oficios más lucrativos. Los que se mantienen, apenas les alcanza para vivir.
Otro factor señalado es la proliferación de “zapateros informales”, quienes trabajan en calles y aceras y cobran precios muy por debajo de lo regular, lo que da cabida a una competencia “desleal”.