|| Glenn Requena
Quienes están establecidos en EE UU desde hace algunos años, consideran ilógico arriesgar la vida en una especie de “todo o nada”
Emigrar a cualquier país es difícil. Dada la situación que atraviesa Venezuela desde hace años, millones de ciudadanos, según registros mundiales, han optado por irse a otras naciones como Estados Unidos, a través de diferentes vías, la más peligrosa es por tierra y de forma ilegal.
Ante las historias de dolor y muchas veces de luto, narradas desde la llamada selva del Darién, en el intento de llegar a EE UU, venezolanos ya “establecidos” en tierras norteamericanas consideran innecesario arriesgarse solo para lograr el llamado “sueño americano”.
“Me parece increíble e innecesario. Te lo aceptaría si fuera una opción barata, pero cruzar la selva no lo es. Se necesitan alrededor de $ 3.000 y $ 4.000 por persona para a hacer toda esa travesía. Es un dinero que puedes invertir en Venezuela, renovando el pasaporte y sacarte un pasaje para otro lado del mundo”, enfatizó Luis Ríos, venezolano que tiene dos años aproximadamente en Estados Unidos.
Consideró que si una persona tiene la posibilidad de reunir $ 3.000 para cruzar caminos tan intrincados, también puede ahorrar para ir a países como España, donde harían vida como en EE UU. “Se irían en avión, mucha más seguridad, más tranquilidad y mucha paz mental. No se pondría en riesgo la vida de nadie. Todo el escenario lo pongo desde el punto de vista de aquella persona que no quiera quedarse en Latinoamérica”, recalcó Ríos.
MENTALIDAD DE TRABAJAR
Alexa Martínez, aragüeña con dos años y medio en EE UU, recomendó a las personas que no viajen a través de la selva u otros caminos que en los que se expongan. Mencionó que hay venezolanos que suelen tomar a la ligera llegar al mencionado país, cuando se debe trabajar duro. “No está bien que estén viniendo con niños. No ha llegado la primera persona que diga que es fácil. A mis familiares no les diría que se vinieran así, es algo trágico. También considero que es decisión de cada quien. Mi único consejo es que si no vienes con la mentalidad de trabajar no vives”.
EN UN LABERINTO
Psicólogos y sociólogos han intentado explicar el estado emocional en el que se puede encontrar una persona que decide enfrentar la travesía por la vida, arriesgando la misma existencia.
Rodrigo Córdoba, ex presidente de la Sociedad Colombiana de Psiquiatría, aseguró que estas personas sienten estar en un laberinto que los lleva a pensar “en todo o nada”. “Es una encrucijada entre la vida y la muerte y quizá esa es la perspectiva que siente alguien de que la única manera de sobrevivir, junto a su familia, es huyendo y buscando un atajo para encontrar una vida mejor”.
En el camino muchos son los sentimientos encontrados, entre ellos el miedo que los impulsa a seguir o a abandonar el camino. “La carga psicológica es muy importante, la ansiedad, el sueño y no poder descansar que tiene esa función reparadora, la pérdida del apetito; todo eso deja secuelas emocionales muy marcadas”.
| ¿CÓMO ES EL PASO?
La selva del Darién en un bosque tropical húmedo, ubicado en el este de Panamá, una barrera natural entre América Central y Sudamérica que también se conoce como el Tapón del Darién. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) calcula que 133.000 personas cruzaron la región del Darién durante 2021. |
EL DATO
Atravesar la selva del Darién supone caminar poco más de 100 kilómetros entre el noreste de Colombia y el suroeste de Panamá.
