|| Rodolfo Gamarra / Foto: Rodolfo Gamarra/Cortesía
Jesús es un joven que logró levantarse física y emocionalmente, luego de un accidente en el que perdió una de sus piernas y a un hermano
Entre las calles José Luis Ramos y 12 de Las Acacias, populoso sector de Maracay, se encuentra una particular barbería, a la que apenas un techo protege del sol, allí se encuentra el conocido “Barbero Biónico”, un joven que a pesar de las adversidades trabaja a diario para el sustento de su familia y ejemplo de superación para muchos.
Jesús Rivero sufrió un accidente automovilístico hace unos cinco años, en el que trágicamente falleció uno de sus hermanos y a él le amputaron su pierna derecha.
El terrible episodio llenó de dolor a la familia, mientras que Jesús estuvo en cama durante un largo período. La situación de salud se unió a la falta de recursos económicos, factores que lo llevaron a salir del país, una vez logró recuperarse y conseguir una prótesis.
Realizan jornadas gratuitas para los más necesitados
Cuenta que no todo resultó como esperaba, así que fijó el camino de retorno a Venezuela, donde comenzó a estudiar barbería con su amigo “Edison”, quien le enseñó.
Juntos iniciaron con la captación de clientes en las afueras de un kiosco, cerca del liceo José Luis Ramos, bajo un árbol que les da buena sombra y que ha sido testigo de lo que ha costado salir adelante.
Bautizaron su peluquería “Entre Pelos”, un proyecto de vida que le ha permitido a Jesús fortalecerse, en lo que algunos considerarían una debilidad. “Nos ganamos el afecto de la comunidad, comenzamos a hacer campañas gratuitas de cortes a personas mayores y a cualquiera que no tuviera la posibilidad económica de pagar su corte”.
El altruismo lo caracteriza, ya que todos los 22 de cada mes realizan jornadas con 50% de descuento. “Hemos cortado el cabello a más de 170 personas en un día, sin cobrar ni un bolívar. Lo hacemos con gusto por nuestra gente”. En este momento son seis jóvenes que trabajan en este lugar.
Actualmente Jesús tramita los permisos correspondientes para construir un local donde actualmente se establecen y así no trabajar a la intemperie, “la comunidad y el consejo comunal nos apoyan”.
El mensaje de vida es no rendirse, armarse de valor y seguir hacia adelante, aceptando los retos que impone el destino.
“Creo que trabajando duro en Venezuela lo podemos lograr, no hay problema grande cuando tienes fe y le pones el corazón”.
