Dormir lo suficiente, según el Instituto de Investigación del Sueño, tiene un vínculo positivo con el sistema inmunológico, impidiendo el desarrollo de una gran variedad de afecciones a consecuencia del mal descanso.
Dormir no solo te permite reponer energía, también favorece la salud en general del organismo.
Dormir
Dormir es una necesidad corporal que involucra el permanecer en un estado de reposo y que se basa en la suspensión sensorial y de cualquier movimiento de carácter voluntario.
El sueño es un proceso biológico de alta complejidad, gracias al cual el organismo puede mantenerse saludable y también sentirse descansado.
Tal como ocurre con la alimentación, dormir es necesario para la supervivencia. El sueño le da al cuerpo un descanso y le permite prepararse para el día siguiente.
Especialistas indican que es como darle al cuerpo unas pequeñas vacaciones, e incluso le da al cerebro la posibilidad de resolver las cosas.
Además, facilita la regeneración celular, pues la piel descansa; ayuda a mantener un peso saludable, controla enfermedades como hipertensión y diabetes; cuida el corazón; mejora la capacidad intelectual y ayuda a la coordinación.
¿Qué le pasa al cuerpo?
Dependiendo de la edad, cada persona necesita una cantidad de tiempo específica; por ejemplo, un bebé recién nacido necesita de 16 a 18 horas de sueño al día mientras que un adulto necesitará de entre 7 a 8 horas de descanso. Completar las horas de sueño necesarias trae consigo una serie de beneficios, entre los que se pueden mencionar: descanso del sistema vascular; obtener energía suficiente para utilizarla al día siguiente; formar recuerdos; reparación celular; y liberación de hormonas que ayudan a la fertilidad y liberación de citoquinas que son las hormonas que ayudan al sistema inmune contra ataques infecciosos.
En caso contrario, es decir, si no duermes lo suficiente, puede traducirse en problemas para pensar, y disminución de la capacidad de reaccionar con rapidez.
No dormir lo suficiente puede traer consigo algunos trastornos mentales, que parten desde la irritabilidad y que pueden caer fácilmente en la ansiedad y la depresión.
Sin embargo, debes tener presente que no solamente afecta la salud mental, está comprobado que no dormir lo suficiente también tiene un impacto negativo sobre la salud física, estando fuertemente asociada con: obesidad; enfermedades renales; problemas cardiovasculares; presión arterial alta; y diabetes tipo 2.
Todas estas son posibles consecuencias que se debe a que básicamente se inhibe la producción de hormonas que ayudan al sistema inmunológico a mantenerse saludable, combatir ciertas enfermedades y a reparar las células del organismo.
¿Qué hacer para dormir más y mejor?
– Evita el consumo de bebidas como el café, especialmente en la tarde y la noche. – No comas demasiado por la noche debido a que es hora de descanso, comer demasiado puede producirte además de malestares estomacales, dificultad para dormir.
– Mantén una rutina de sueño. Lo ideal es crear un hábito de descanso. Si vas a dormir y despiertas todos los días a la misma hora, será cuestión de tiempo para que tu cuerpo se adapte y te sea mucho más fácil conciliar el sueño.
– Evita tomar siestas durante la tarde porque puede traer consigo una serie de problemas, algunos de ellos son la inercia del sueño, que es la sensación de estar desorientado al despertar de una siesta, también se relaciona con la dificultad para conciliar el sueño durante la noche.
– Ve al médico. Si tus problemas para conciliar el sueño son persistentes, consulta a un profesional de la salud para conocer las opciones a las que puedes acceder, incluida la medicación.
Con información de Diario 2001
