El nombre de Britney Spears ha vuelto a acaparar un elenco de titulares en medios de comunicación estadounidenses, pero no por el anuncio de su regreso a la música o el lanzamiento de una canción, sino por haber sido expulsada de un hotel de lujo de Los Ángeles por hacer topless, una práctica que manifiesta de manera habitual en redes sociales con imágenes y videos muy atrevidos.
Los huéspedes y el personal del hotel Four Seasons de Los Ángeles, situado en el condado de Westlake Village, se quejaron de la actitud que Britney Spears manifestó durante su última estancia en este lugar.
Algunos de ellos cuentan que la artista se paseaba con los pechos al descubierto por zonas comunes como la piscina.
“Algunos invitados se han quejado de que ella va en topless junto a la piscina y los hace sentir incómodos, y su comportamiento es a menudo extraño y molesto”, dice un tabloide británico, quien se ha puesto en contacto con fuentes próximas al hotel.
Las elevadas quejas de los usuarios de Four Seasons ha provocado que la dirección del hotel haya decidido vetar a la artista de manera permanente.
No es la primera vez que la empresa prohíbe la entrada a la popular artista, dado que en 2008 protagonizó un episodio muy similar. “Britney ha sido vetada del hotel, le levantaron el veto y ahora está vetada nuevamente”.
