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miércoles 27, noviembre 2024

VIVE LA NOTICIA A TRAVÉS DEL DIARIO LÍDER DEL ESTADO ARAGUA Y LA REGIÓN CENTRAL DEL PAÍS

Y AHORA ¿QUÉ HACER?

|| Ramón Guillermo Aveledo

Y ahora ¿qué hacemos? Me preguntan a cada rato desde la noche del 25 de marzo personas que quieren mantener esa esperanza que necesitan y a la que tienen derecho.

Líbreme Dios de las terribles certezas, el dilema de blanco y negro, la superstición de la infalibilidad. Sé que me he equivocado, muchas veces. Errar es propio de la condición humana. Lo malo es empecinarse en el error, no admitirlo y por lo mismo, no tener el valor de asumirlo y corregirlo. La promesa de perfección es falsa. Lo perfecto, dice el viejo refrán, es enemigo de lo bueno.

Como sabe que dos es apenas la cuarta parte de ocho, con metódico cálculo ejecutado implacablemente, el poder ha mantenido la estrategia de dividir al liderazgo alternativo y desanimar a la mayoría popular que quiere cambio. Usa todos sus recursos, abiertos o encubiertos, a su servicio. En el episodio de la presentación de candidaturas, jugó con descaro la carta de la discriminación, maniobra típicamente malandra para hacernos ver a quienes creemos sinceramente en la vía democrática, pacífica, constitucional y electoral, como ingenuos imbéciles o como vendidos a sus designios.

Esa concepción del poder como propiedad de un grupo que no se detiene ante la ley ni los escrúpulos, es contraria al interés de los venezolanos, contraria a nuestros derechos humanos, civiles, políticos y a nuestra posibilidad de progresar. Mi problema hoy, como persona y como ciudadano es qué puedo hacer para que los planes torvos de un pequeño grupo poderoso no se impongan. No hay opción perfecta, buscaré una posible.

Como hombre pacífico y desarmado creo en la democracia y en el Derecho. Entiendo perfectamente cuan maltratados están ambos en nuestro país. También reconozco los errores y omisiones del campo opositor, no sólo de los que dan la cara. Apoyé la elección primaria. No habiendo votado por quien la ganó, reconocí y apoyé su triunfo porque soy demócrata, gane o pierda. La primaria la convocó, la organizó y la ejecutó la Plataforma Unitaria Democrática, sin facturar por un mérito que no le ha sido reconocido: la convocatoria abierta que permitió expresarse a millones de venezolanos.

La arbitrariedad impidió que presentara la Plataforma la candidatura que eligió. Sé de las horas de análisis para ofrecer opciones. Fue un respiro que en la prórroga, pudiera salvarse la divisa unitaria provisionalmente con el nombre decente, patriótico del victoriano Edmundo González Urrutia. La esperanza de cambio la tiene difícil, pero está viva. Acompañaré a la unidad en la fórmula que ofrezca mayor posibilidad de encuentro para votar y ganar. No cometeré otra vez el error de no votar.

 

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