La Casa Blanca estudia suspender la licencia de Chevron que le autoriza extraer petróleo en Venezuela para forzar una mesa de diálogo entre el dictador Nicolás Maduro y la oposición política que permita a Edmundo González Urrutia terminar con su exilio forzado en España y regresar a Caracas para asumir la presidencia el 10 de enero 2025.
La administración Biden dispuso sanciones legales, financieras y diplomáticas contra toda la nomenclatura del Gobierno populista, pero esa estrategia para evitar el fraude electoral y la violación constante a los derechos humanos sirvió muy poco, reseñó Infobae.
En este contexto, el Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado y el Departamento de Energía de Estados Unidos iniciaron un profundo estudio técnico-político para determinar si la suspensión de la licencia de extracción de petróleo otorgada a Chevron puede servir de palanca para abrir un proceso de negociación que desemboque en la jura de González Urrutia como presidente de Venezuela.
Los directivos de Chevron ya visitaron el ala oeste de la Casa Blanca y argumentaron que la suspensión de la licencia puede causar desabastecimiento, incremento de los precios por galón y una nueva ola de inmigración ilegal como consecuencia de la caída de ingresos en la compleja economía venezolana.
Mike Wirth, director ejecutivo de Chevron, completó los argumentos de la empresa estadounidense durante una conferencia telefónica que protagonizó a comienzos de agosto. “Estamos allí (Venezuela) para ayudar a desarrollar la economía, apoyar a la gente, crear empleos y no involucrarnos en la política, que puede oscilar en cualquier país de un partido a otro”.
La empresa petrolera produce cerca de 200.000 barriles por día, una cifra que no impacta en el mercado global si finalmente Chevron ya no puede extraer en Venezuela. Y respecto a los precios del barril, es poco probable que se disparen los precios en Estados Unidos ante la caída de la demanda.
En cambio, la suspensión de la licencia puede causar conmoción económica y política en Venezuela. Los 200.000 barriles por día implican el 20% de las exportaciones nacionales de crudo, y cerca de un 30% de los ingresos petroleros del país.
Con información de Infobae