El Gobierno de Venezuela emitió un comunicado para rechazar el pronunciamiento del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken y varios países que lo apoyaron.
Señalaron que se trató de un escrito que fue “redactado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, suscrito el día de hoy por un puñado de sus gobiernos satélites para atacar al pueblo venezolano, no es más que un acumulado de infamias, distorsiones y aspiraciones golpistas, cuyo epílogo será, como siempre, un estrepitoso fracaso”.
“En este comunicado ridículo, pretenden invocar la defensa de los derechos humanos del pueblo venezolano mientras lo agreden con casi mil medidas coercitivas ilegales y planifican acciones terroristas contra sus autoridades, servicios públicos en instituciones, para desconocer su voluntad democrática e imponer, como en 2019, a un nuevo títere”, añadieron en el escrito.
Insistieron que ya en Venezuela se pronunció el Consejo Nacional Electoral y su resultado fue ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia, “sin que ningún candidato incluyendo el protegido y financiado por la Casa Blanca presentara tan solo una impugnación”.
“Venezuela ha sido y será siempre respetuosa del derecho internacional”, apuntaron.
Criticó el hecho que los países que apoyaron el comunicado no “la intromisión de Ecuador en la Embajada mexicana para secuestrar a un asilado, ni el bombardeo de Israel, a quien financian y apoyan, al consulado de Irán. Ninguno de estos farsantes tiene moral para hablar de compromisos y respeto al derecho internacional”.
También mencionaron el abandono en el que están las sedes diplomáticas de Venezuela en territorio estadounidense.
“Venezuela no se deja amedrentar. El mundo sabe que su pueblo y su gobierno están profundamente comprometidos con la autodeterminación, con la independencia y con los valores democráticos, además de un apego inquebrantable al derecho internacional y la paz”, finalizaron.
Lo sucedido
Este jueves en la mañana, Blinken declaró que se debe presionar aún más al gobierno de Venezuela para que acepte l los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio.
Además varios países de la Unión Europea y otras naciones apoyaron un documento en el que piden una “transición democrática” en el país y que se respeten los resultados.
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