El expresidente de Ecuador (2007-2017), Rafael Correa, aseguró este domingo que Bélgica reconoció su condición de “perseguido político” al otorgarle el asilo, una situación que, en opinión del exmandatario, supone una “bofetada” al sistema judicial y al actual Gobierno ecuatoriano.
“La Convención de Ginebra es muy taxativa y entre las causales para dar asilo está la persecución política: (Bélgica) está reconociendo que somos perseguidos políticos, que no somos corruptos, que los delincuentes siempre fueron ellos”, aseguró Correa en declaraciones a la emisora argentina Radio 10.
Bélgica concedió el asilo político a Correa, según confirmó a Efe esta semana el abogado del exmandatario, Christophe Marchand.
En una resolución a la que tuvo acceso Efe y fechada el pasado 15 de abril, el comisariado general de refugiados y apátridas (CGRS) de Bélgica señaló que otorgaba a Correa el estatus de refugiado en el país, de donde es oriunda su esposa, Anne Malherbe.
Marchand dijo que la solicitud de asilo se puso en marcha en 2018, tras iniciarse en Ecuador un proceso legal que le relacionaba con el supuesto secuestro de un opositor en 2012, el llamado “caso Balda”, y Bélgica les requirió demostrar que existía una persecución política en Ecuador contra Correa.
“Esto es una bofetada al sistema judicial y obviamente al Gobierno, porque todo está manejado por el Gobierno de la época de (Lenín) Moreno (2017-2021) y ahora con (Guillermo) Lasso”, aseveró Correa, agregando que su condición de refugiado le brinda una mayor “seguridad”.