Carlos III, que se convirtió automáticamente en el nuevo rey del Reino Unido y cabeza de la Iglesia Anglicana, pronunció ayer su primer discurso a la nación, en el que dio las gracias a su “querida mamá” y prometió dedicar “el resto de vida que Dios” quiera darle a servir a los ciudadanos de cualquier procedencia “con lealtad, respeto y amor”.
El monarca, de 73 años y que llevaba siete décadas como heredero, será proclamado formalmente sucesor de su madre por el llamado Consejo de Ascensión en una ceremonia en el palacio de Saint James, en el centro de Londres, a partir de las 09.00 GMT, donde, después de una reunión privada, se leerá una proclamación pública.
Carlos III ya ha dispuesto que la familia real respete un duelo que acabará siete días después del funeral de Estado de Isabel II, que se calcula que será el 19 de septiembre, aunque se prevé que las autoridades confirmen hoy esos detalles protocolarios así como la duración del periodo de duelo nacional.