Rusia advirtió ayer que no reconoce ningún tope al precio a su petróleo y que prepara una respuesta a la decisión de la Unión Europea (UE) y el G7 de fijar a partir de este lunes un precio máximo al crudo ruso de 60 dólares por barril.
“La decisión (sobre medidas de respuesta) se está preparando. Desde luego hay algo que es evidente: no vamos a reconocer ningún tope”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Agregó que tanto el precio tope como el embargo europeo a los suministros de crudo ruso por barco, que también entró en vigor ayer, modificarán el mercado. “Es evidente e indiscutible que la adopción de estas decisiones es un paso hacia la desestabilización del mercado mundial de la energía”, subrayó el portavoz.
Peskov afirmó que estas restricciones no afectarán a la campaña militar rusa en Ucrania, ya que Rusia cuenta con suficientes reservas para contrarrestarlas. “La economía rusa cuenta con potencial suficiente para cubrir todas las necesidades de la operación militar”, como denomina Rusia la campaña bélica en Ucrania, afirmó.
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