Este viernes se realizó la audiencia de imputación de cargos contra John Poulos como presunto asesino de la Dj colombiana Valentina Trespalacios, en la misma, el ciudadano estadounidense no aceptó los cargos de feminicidio agravado y ocultamiento de pruebas que le imputó la Fiscalía General de la Nación.
Poulos habría ignorado todas las pruebas que compartió la Fiscalía General en su contra. El ahora imputado se declaró inocente de haber asesinado a la DJ Valentina Trespalacios, que era su pareja y apareció muerta el domingo 22 de enero dentro de una maleta en un contenedor de basura en el occidente de Bogotá.
Con su decisión de no aceptar su responsabilidad en el feminicidio, según las autoridades, el ciudadano estadounidense se enfrenta a una pena de hasta 50 años de prisión.
Luego de que el cuerpo de Trespalacios fuera encontrado en un basurero de Bogotá el 23 de enero, las autoridades emitieron una orden de captura contra Poulos, quien había salido del país ese mismo día. El estadounidense fue interceptado por Interpol en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en Panamá. Allí hacía una escala para tomar un vuelo hacia Turquía.
Obsesión y celos
Durante la audiencia, se reveló que Poulos y Trespalacios habían mantenido tenido relaciones la noche del asesinato. Posteriormente, el sospechoso la habría golpeado fuertemente para después estrangularla con sus propias manos.
Un elemento crucial para la investigación son las grabaciones de seguridad del edificio en el que se alojaba Poulos, quien había llegado desde Estados Unidos el 19 de enero para conocer personalmente a la víctima. En los videos se ve que Trespalacios pasó todo el fin de semana en su apartamento. La última vez que apareció en cámara fue el 22 de enero. Entró a la casa, pero nunca se le vio salir.
En cambio, a Poulos se le vio salir en varias ocasiones con el equipaje de la mujer, además de un carrito con una gran maleta dentro de la cual estaba su cadáver. Como la cabeza sobresalía de la maleta, la tapó con una manta. Metió todo en su vehículo y lo llevó a un basurero de la localidad de Fontibón, al oeste de la ciudad, donde se deshizo de la evidencia.