Rusia lanzó este jueves bombardeos masivos contra Ucrania, los más importantes desde hace semanas, que dejaron al menos nueve muertos y provocaron cortes de electricidad, incluyendo la interrupción temporal de suministro de la central nuclear de Zaporiyia.
Pocas horas después de los ataques, el operador eléctrico ucraniano Ukrenergo anunció la reconexión con la red nacional de esa central ocupada por fuerzas rusas desde hace un año y descartó el riesgo de un incidente nuclear.
El corte había encendido previamente las alarmas del organismo nuclear de la ONU y de la Unión Europea.
“Jugamos con fuego”, advirtió el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El ataque constituye “una grave violación de la seguridad nuclear, cometida por Rusia”, afirmó por su lado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
La interrupción de la alimentación eléctrica obligó a enfriar la central con generadores diésel, lo cual “aumentó el riesgo de accidente nuclear” hasta la reconexión con la red eléctrica, agregó.
En Transnistria, un territorio secesionista de Moldavia, las autoridades prorrusas afirmaron que frustraron un atentado contra sus dirigentes y acusaron a Ucrania de haberlo orquestado. Por la noche, anunciaron que pedirían una investigación de la ONU
|| Agencia AFP / Foto AP