|| Luis Chunga / Agencias Nacionales
***El país tiene la segunda tasa de mortalidad materna en la región con 259,2 muertes por 100 mil nacidos vivos
De acuerdo a la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), Venezuela tiene el índice más alto de embarazo adolescente en Sudamérica, con 84,6 casos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años de edad.
En mayo pasado, Mercedes Muñoz, presidenta de la junta directiva de Avesa, informaba que también es el tercero del continente, al tiempo que explicó que el alto costo de la vida en Venezuela, “aunado a una inexistente o escasa educación sexual en el sistema público, así como a un esquema cultural según el cual “primero se es madre, que mujer”, influyen en esta situación.
“En Venezuela las cajas de 21 pastillas anticonceptivas pueden costar entre 10 y 15 dólares y los preservativos hasta 5 dólares. Un solo condón cuesta $ 1,5, con eso se compra un desayuno ¿Cómo pueden comprar los adolescentes condones? Y no hay centros de planificación familiar”, advirtió.
Explicó que, además de estar punteando en embarazo adolescente, Venezuela tiene la segunda tasa de mortalidad materna en la región con 259,2 muertes por 100 mil nacidos vivos, sólo superada por Haití (350,4), de acuerdo a datos de la Organización Panamericana de la Salud en 2020.
“No tiene justificación alguna las muertes porque no hay razón alguna para que en 2024 las mujeres se mueran de embarazo y parto, la única razón es que los servicios no están siendo eficientes, y cuando hablamos de esto, hablamos del derecho a la vida de las mujeres. Es una obligación del Estado que tiene que crear las instituciones o supervisar”, acusó Muñoz.
UN CUERPO NO PREPARADO
Lelis Quintero, presidenta de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela (SOGV), explicó que la adolescencia es una etapa en la que “ni el cuerpo ni la mente de estas niñas está preparado para tener un bebé, poniendo en riesgo su vida”.
Destacó que comúnmente las niñas embarazadas están anémicas por muchos factores, lo que predispone a la preeclampsia y la hipertensión arterial, “aumentando la mortalidad materna y perinatal”.
Muchas veces -expresó- como estas jóvenes tratan de ocultar el embarazo, “no se alimentan de forma adecuada ni van a las consultas pertinentes. Inclusive, el padre es un tema porque puede ser un niño de la misma edad”.
Resaltó que en el embarazo antes de los 12 años, se debe revisar quién es el padre, porque con una diferencia de más de seis años, se puede estar hablando de abuso sexual.
Otro aspecto que suele ocurrir -señaló la doctora Quintero- es que usualmente las madres salen adelante solas por la inmadurez del padre o porque los padres alejan a la niña de ese vínculo.
“Las adolescentes pueden pedir información y apoyo sobre métodos anticonceptivos (…) Hay falta de información bien dirigida. A una adolescente le hará más daño un embarazo que un anticonceptivo, por eso los padres deben orientar”, afirmó.
FACTORES SOCIALES
Para la psicóloga Magdymar León Torrealba, coordinadora general de Avesa, las tasas más altas se ubican en zonas más empobrecidas, ya sean urbanas, rurales o indígenas.
Resaltó que también existen otros factores sociales, como por ejemplo déficit de acceso a servicios sanitarios e higiene menstrual, así como la disgregación originada por el éxodo migratorio, que obliga a las adolescentes a estar bajo el cuidado de familiares indirectos y hasta en casas de vecinos.
Según León Torrealba, para disminuir estas cifras es importante la atención en educación sexual integral, no sólo para las chicas, sino para los varones e incluso instó a priorizar el acceso a métodos anticonceptivos.
Planteó también reforzar la disposición de servicios de atención en salud sexual, así como “promover una maternidad decidida, elegida y en un momento donde se cuente con todos los elementos para llevar adelante un proyecto tan importante como es darle la vida a alguien”.
EL DATO
La presidenta de la SOGV recordó que Venezuela tiene una gran demanda de anticonceptivos, casi 90%, “pero muy poca oferta cuando estos deben ser gratuitos”.
LA CIFRA
Para el año 2020 la tasa de fecundidad en adolescentes era de 85,3%.
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