|| Rodolfo Gamarra
*** Una de las zonas más afectadas fue el sector El Recurso en Maracay, donde algunas viviendas quedaron con daños estructurales**
La noche del pasado lunes, intensas lluvias provocaron estragos en los municipios Girardot, Mario Briceño Iragorry (MBI) y Francisco Linares Alcántara (FLA), según el balance oficial ofrecido por Karina Carpio, gobernadora del estado Aragua.
Durante más de tres horas, una fuerte precipitación afectó la entidad, lo que dejó una casa afectada con anegaciones en MBI y nueve en el sector El Recurso de Maracay, una con el colapso de algunas paredes, tras el desbordamiento del río Tapa Tapa.
Las familias residentes en la zona perdieron enseres, en una situación que alarmó a muchos y al parecer, superó la capacidad de los drenajes.
Carpio informó que junto a Anthony De Benedictis, autoridad única de Ecosocialísmo, recorrió las áreas afectadas para evaluar los daños y presentar un balance y las acciones a tomar para hacer frente a esta circunstancia.
El representante de Ecosocialismo señaló la labor conjunta realizada con Protección Civil, bomberos y el gobierno regional en la prevención y monitoreo de los ríos, diques y quebradas del estado.
“Gracias al trabajo preventivo y la concienciación de la población sobre alertas tempranas, fue posible anticiparse a la situación y actuar de manera efectiva durante las fuertes lluvias del día anterior”.
Afortunadamente no reportaron situaciones complejas, aunque varias familias quedaron con el lodo dentro de sus viviendas y algunas con pérdida de algunos bienes.
LO QUE SE LLEVÓ EL RÍO
El Periodiquito realizó un recorrido por la zona afectada de El Recurso, donde Elías Mijares relató la trágica experiencia vivida durante la noche de las intensas lluvias.
Su hogar sufrió graves daños y perdió la mayoría de sus pertenencias. Relató cómo el caudal tomó la calle y luego inundó su casa de bahareque que, ante la fuerza del agua, cedió y se desplomaron dos de las paredes. “Todo se mojó, la nevera, los muebles y la cama flotaban por la casa”.
Mijares solicitó ayuda al gobierno regional para reconstruir su vivienda, en la que reside junto a su esposa y un nieto, además de recuperar lo perdido.
Resaltó que la mayoría de los afectados son personas de la tercera edad que no cuentan con los recursos para reparar lo que la fuerza de la naturaleza dañó.
Por su parte, José Serga narró la situación vivida junto a su familia durante el aguacero que se extendió por cerca de cinco horas.
“El agua subió casi un metro dentro de la casa, tuve que quitar la energía eléctrica porque el nivel ya estaba por llegar a las tomas, los muebles que son de madera chapada quedaron inservibles y el barro tapó las tuberías de aguas servidas”.
Destacó que su casa quedó “seriamente dañada”, se abrió un hueco en el piso de la sala y varias paredes se agrietaron.
Agregó que el personal de la alcaldía de Girardot, se presentó y evaluó los daños. Además, contribuyeron con la limpieza de la vía y al menos 16 residencias, según se afirmó en una nota de prensa.
Justamente, Rafael Morales, alcalde de la localidad, manifestó que mantienen las labores para mitigar los efectos de las precipitaciones y apoyar en las áreas afectadas.
“Nuestra prioridad es garantizar el bienestar de nuestros ciudadanos y asegurarnos de que reciban la ayuda necesaria en este momento, para ello contamos con el apoyo del gobierno regional y los diferentes entes de estado”.
| LARGA NOCHE EN MBI |
| Las lluvias torrenciales que se prolongaron durante la noche del lunes y la madrugada del pasado martes, mantuvieron en vilo a los habitantes de El Limón y La Candelaria en el municipio Mario Briceño Iragorry.
El río El Limón y Los Capuchinos, así como la quebrada de El Manguito, entre otras fuentes de agua, aumentaron su caudal con el paso de la onda tropical N° 27. Ana María Hernández, habitante del sector Mata Seca, narró que grandes cantidades de agua y barro se desplazaron por la calle. “Todos los vecinos estábamos asustados, había un olor en el ambiente que me hizo recordar cuando ocurrió la tragedia de septiembre de 1987”, por suerte el agua no llegó a las casas. Con “voz de alivio”, Hernández relató que sólo se trató de un susto, al tiempo que destacó que representantes de la alcaldía iniciaron los trabajos de limpieza del lodo que se acumuló en la calle. |
Fotos: Rodolfo Gamarra / Fernan Hernández
