|| Rodolfo Gamarra
Muchos emprendedores ofertan fuegos artificiales en sus casas y tienen un buen margen de ganancias
La venta de fuegos artificiales es una tradición que se mantiene en Venezuela, en especial en la época navideña, cuando se celebra el encendido de luces, las fiestas patronales y el fin de año. Sin embargo, este sector ha tenido que enfrentar diversas dificultades.
Así lo expresaron Humberto Fernández y Cintia Rojas, gerente y vendedora, de una conocida empresa pirotécnica con más de 30 años en el mercado, ubicada en la avenida principal de San Agustín, en Maracay.
Fernández explicó que la temporada por lo general empieza a inicios de octubre, pero que en los últimos años se ha reducido un poco y se ha empezado más o menos el primero de noviembre, debido a que la situación económica ha hecho que la venta de fuegos artificiales no sea una prioridad para muchos.
Sin embargo, dijo que este año están más optimistas y contentos, porque las ventas han incrementado de forma significativa, en comparación al año pasado. Fernández también dijo que han ajustado los precios y las utilidades con el fin de, adaptarse al mercado.
Indicó que los precios son más asequibles que el año pasado y que se venden más unidades. Añadió que los productos más solicitados son los emblemáticos, como la cebollita, en $ 10 por caja de 50 unidades; la estrellita, $ 16 el paquete de 50 cajitas; el mini fosforito de $ 3 la caja de 100 unidades; el fosforito normal en 3.5 la caja de 100 unidades y el cohetico silbador en $ 9 el paquete de 144 unidades.
También dijo que trabajan todo el año, pero que la temporada termina el 31 de diciembre, cuando cierran.
