¿Porque tanta violencia intrafamiliar en Venezuela?

|| Luis Chunga

La recomendación inicial es rescatar el valor de la familia como célula fundamental de la sociedad

Iris Terán, profesora titular de la Universidad de Carabobo y coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia en Aragua (OVV Aragua), aseguró que las mujeres victimarias, por lo general, “son producto de haber tenido un proceso de socialización primaria fallido, que desde niñas y adolescentes fueron víctimas o testigos de situaciones de abuso y de violencia intrafamiliar”.

Terán, doctora en salud pública, manifestó su preocupación al respecto, al señalar que es muy importante comenzar a realizar cambios en el comportamiento del venezolano.

Consideró que a partir de 2019, hasta el primer trimestre de 2020, Aragua era considerada una de las entidades más violentas del país, y se mantiene en los primeros lugares en lo referente a violencia policial.

“A partir de junio de 2020 empezó un comportamiento en que la violencia autodirigida y la de género comenzó a aumentar, para septiembre de 2020. En 2021 aparece la violencia delincuencial por parte de bandas organizadas, (Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada, GEDO) utilizando plataformas a través de las redes sociales como el Marketplace, con sus centros de operaciones en ciudades como Magdaleno (municipio Zamora) y Las Tejerías (Santos Michelena), donde aumentó el número de víctimas por extorsión y homicidio, luego esta situación se expandió al municipio Sucre”.

Los GEDO se lograron establecer en las comunidades, donde controlaron y sometieron a las bandas pequeñas de delincuentes.

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Durante la entrevista exclusiva para El Periodiquito, la profesora de la UC, aseguró que existen cifras preocupantes relacionadas con la violencia contra las féminas.

“Las mujeres victimarias han sido históricamente invisibilizadas, porque rompen el patrón hegemónico de la cultura patriarcal, sin embargo, lejos de acabar con esa lógica, lo que hacen es reproducirla y masculinizar su comportamiento, en la búsqueda de un espacio de respeto y seguridad”.

Una de sus tesis es que para ella “detrás del rol de victimaria, existe una historia común de violencia intrafamiliar y de género, experimentada durante la infancia y adolescencia, producto de haber crecido en hogares disfuncionales, caracterizados por la existencia de padres alcohólicos y violentos o madres sumisas víctimas del maltrato físicos de sus maridos, con fuertes convicciones religiosas que las inducen a aguantar, frente a sus hijos e hijas, estas situaciones crónicas de violencia”.

Durante su trabajo de campo, la coordinadora regional de la OVV se encontró con algunas mujeres con un perfil criminal serial comprobado, con factores individuales, particulares y generales que terminan por reproducir mujeres con rasgos psicópatas de la personalidad, capaces de realizar múltiples crímenes a lo largo de su vida, sin tener algún tipo de remordimiento, ni empatía hacia sus víctimas, ya que tiende a minimizar la gravedad de los hechos en los que se involucran.

¿POR QUÉ TANTA VIOLENCIA?

La especialista estrecha la consecuencia del aumento de violencia intrafamiliar al desarraigo que se produjo en medio de las migraciones.

“Todo eso generado por la diáspora de la gente que se fue a otro país. Recordemos que el venezolano no es inmigrante, quiere y ama a su país, siempre estamos alrededor de la familia”.

Insistió en que “toda esa idiosincrasia con la situación país, llegó un momento en que se quebró y comenzó a generar la depresión que justifica, de cierto modo, el incremento de los suicidios”.

Argumentó que en el caso de los niños, “se originó porque los padres se fueron a otro país para darles una vida mejor, pero el menor se sintió abandonado, muchas veces los dejaron con la abuela u otro familiar o, en caso extremo, con vecinos”, esto según explicó generó una vulnerabilidad en los más jóvenes que quedaron desprotegidos.