Los champiñones son el cuerpo fructífero de un hongo, dentro de sus características generales se reconoce por su peculiar sombrero redondeado y una forma cilíndrica que lo sostiene.
Entre las distintas variedades que existen se pueden encontrar el champiñón blanco, el portobello, crimini, el silvestre. Pueden tener varios tamaños que van desde 1 cm hasta 8 cm de diámetro.
A la hora de comprar champiñones
Debes fijarte que estén bien frescos, a simple vista elige aquellos de aspecto blanco y al tacto deben ser compactos y un poco duros. El sombrero debe estar cerrado y muy unido a la piel.
Los champiñones frescos se conservan en buenas condiciones durante pocos días, si deja pasar mucho tiempo comenzarás a ver que estos adquieren un color marrón.
Grandes aliados para la salud
Son una fuente importante de nutrientes y vitaminas B2, B3, B1 y ácido fólico. Además se destacan por si bajo aporte calórico, lo que convierte este alimento en un producto ideal para aquellos que quieren rebajar.
Poseen fibra, minerales como el potasio y el hierro, y vitaminas con propiedades antioxidantes.
Maneras de confitar los champiñones
En solo cinco pasos aprenderás a confitar este gran producto
1 Limpia los champiñones.
2 Colocar aceite en una olla a fuego lento, sin dejar hervir. (Para 1/2 kilo de champiñones utilizar 4 tazas de aceite. Añadir los champiñones bien secos.
3 Agregar 4 ajos encamisados (con concha) y 1 cucharada de sal gruesa.
4 Elaborar un bouquet garni con perejil, tomillo, laurel y añadir al aceite con los champiñones. Dejar al fuego durante 2 1/2 horas sin dejar que hierva el aceite.
5 Retirar el bouquet garni, los ajos, dejar reposar y luego conservar en frasco de vidrio.
En la cocina
Con los champiñones se pueden elaborar una serie de platos deliciosos desde tortillas, quiche salada, en ensaladas, fritos, al ajillo y sirve como acompañante o entrada tipo tapas.
Con información de Diario 2001