Un bombardeo ruso dejó al menos 17 muertos y decenas de heridos este miércoles en Chernígov, una ciudad del norte de Ucrania, un ataque que, según el presidente Volodimir Zelenski, podría haber evitado si hubiera recibido suficientes defensas antiaéreas.
Según el último balance, 17 personas murieron y 78 resultaron heridas, de las cuales 40 fueron hospitalizadas, declaró en Telegram su alcalde, Oleksandr Lomako.
El bombardeo dañó infraestructuras sociales, un centro de educación, un hospital y 16 edificios residenciales, según las autoridades ucranianas.
En imágenes oficiales se podían ver charcos de sangre. Olga Samoïlenko, una habitante, contó a la AFP que se refugió con sus hijos en el corredor de su edificio cuando el primer misil se estalló.
“Comenzamos a gritar para que todo el mundo se eche a tierra (…). Hubo otras dos explosiones”, contó esta mujer de 33 años.
Zelenski, que reiteró su pedido de más ayuda a las potencias occidentales para hacer frente a la invasión rusa, afirmó que Ucrania no tuvo suficientes defensas antiaéreas para interceptar los misiles que atacaron a Chernígov.
Horas más tarde, los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos acordaron someter a votación un paquete de ayuda militar que incluye unos 61.000 millones de dólares para Ucrania, pedido por el presidente Joe Biden.
