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Nuevamente la religiosidad del pueblo de Venezuela que nace de la fe y de su cultura ancestral se hace presente este 3 de mayo para rendir tributo a la Santísima Cruz, máximo símbolo del cristianismo católico, que representa el amor a Dios.
Esta importante fiesta comunitaria, cuyo origen se remonta a la conquista española en países de América Latina, a través de los años ha despertado el interés de miles de devotos, que unen esfuerzos en esta festividad para llevar a cabo la ceremonia que consta de oraciones, procesiones, ofrendas, cantos, bailes y comidas, con el propósito de homenajear a través la Cruz a la Madre Tierra por ser mayo el mes del renacer, del florecimiento y de la abundancia.
A partir de estas importantes razones surgió la tradición de “Vestir la Cruz”, ritual que los devotos dedican tres días, iniciando desde el primero de mayo hasta el día 3, cuando la Santa Cruz es exhibida en un altar donde sus fieles se acercan para honrarla.
En el marco de esta importante celebración y en apoyo a las manifestaciones culturales de las comunidades, el equipo de El Periodiquito se trasladó hasta el municipio Santiago Mariño, específicamente a la parroquia Alfredo Pacheco Miranda, donde habita Cruz María López, una fiel devota de la Santa Cruz desde que tenía 13 años de edad.
Nacida en el caserío La Toma del estado Sucre un 3 de mayo de 1935, esta mujer, de casi 90 años, considera que esta conmemoración es una tradición familiar, que resalta la idiosincrasia de Venezuela.
En su relato, López contó que comenzó a “vestir la Cruz” desde su adolescencia, motivada por una amiga de la familia llamada Roberta Leiva, la cual para esta época era quien realizaba la ceremonia de Velorio de Cruz en el centro de este caserío.
A sus 22 años de edad, la señora Cruz María López, junto a su grupo familiar, emigró hacia el estado Aragua en búsqueda de un mejor futuro, es por ello, que una vez residenciada en tierras aragüeñas, decidió dar continuidad a esta popular tradición, elaborando con sus manos una cruz de madera, esa que con tanto amor, fervor y agradecimiento por las peticiones concedidas viste, venera y celebra desde hace más de 40 años.
Hoy, Cruz María, protagonista de este relato, arriba a sus 89 años de edad y nuevamente encenderá la vela ante la Santa Cruz, en agradecimiento por un año más de vida.
