|| David Marcano Duarte
Se maneja la cifra de 30 fallecidos en diversos momentos a nivel mundial, a consecuencia de recibir el impacto de un rayo
A juicio del reconocido rescatista Jacobo Vidarte, es importante que la colectividad sepa cómo actuar en momentos que las lluvias vengan acompañadas con tormentas eléctricas y caída de rayos, sobre todo para el resguardo de sus vidas.
Explicó que casi todas las descargas naturales inician en el interior de las nubes y van a parar a los árboles.
Indicó que en esa trayectoria transportan corrientes eléctricas que pueden llegar como término medio a 30.000 Amp. y pasar a valores máximos superiores a los 300.000 Amp.
“Esto ocurre en millonésimas de segundos con potenciales que se pueden estimar en valores que sobrepasaban 15 millones de voltios, desprendiendo una energía térmica superior a los 8.000 grados y por eso es un riesgo exponerse a recibir en nuestra humanidad una descarga de esa magnitud”, dijo.
En declaraciones ofrecidas a El Periodiquito, Vidarte explicó que el rayo es una descarga eléctrica que se produce entre nubes de lluvia o entre estas y la tierra, que son visibles y con trayectorias sinuosas de ramificaciones irregulares, “a veces de muchos kilómetros de distancia, fenómeno conocido como relámpago que produce también una onda sonora llamada trueno”.
ALGUNOS DAÑOS FÍSICOS
Destacó que si la persona se encuentra dentro de un radio de acción inferior a 120 metros del impacto del rayo, se expone a quemaduras en la piel, rotura del tímpano, lesiones en la retina y caída al suelo por onda expansiva o por agarrotamiento muscular, debido a una tensión de paso ligera.
Igualmente, se pueden generar lesiones pulmonares y óseas, así como estrés postraumático y muerte a causa de paro de tipo cardíaco o respiratorio y lesiones cerebrales.
El reconocido rescatista mencionó que estadísticamente se maneja la cifra de 30 fallecidos en diversos momentos a nivel mundial, tras ser impactado por un rayo.
El Venezuela se recuerda al famoso beisbolista Baudilio Díaz, quien murió en noviembre de 1990, al recibir este tipo de descarga eléctrica, mientras colocaba una antena parabólica en Caracas.
De igual forma, el pitcher venezolano Geremi González murió a los 33 años de edad, luego que un rayo lo impactó cuando estaba en playa Punta Palma, municipio Miranda, en el estado Zulia, hecho ocurrido el 25 de mayo de 2008.
La lista sigue con un bañista en playa Coral, Caraballeda, actual estado La Guaira, en el año 2010.
En otras naciones como México, en septiembre de 2001 un grupo de seis menores de edad perdió la vida al caerle un rayo mientras los jóvenes se refugiaban debajo de un árbol en un campo de fútbol.
En agosto de 2008 fallecieron dos menos de edad al ser alcanzados por un rayo en un campo de fútbol en la ciudad de Chilpancingo.
PREVENCIÓN
Para evitar ser víctimas de los rayos, los expertos recomiendan en primer lugar conocer el mapa geográfico del país de residencia, el cual ayuda a determinar el nivel de riesgo de rayos.
IGUALMENTE SUGIEREN:
1.- Retirarse de los lugares altos tales como cumbres, lomas, techos y azoteas. En su lugar buscar refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir agua por desbordamiento e inundación.
2.- Nunca correr y menos con la ropa mojada.
3.- Deshacerse de todo material metálico (cadenas, bastones, mochilas con armazón, etc) y depositarlo a más de 30 metros de distancia.
4.- No refugiarse debajo de un árbol, cerca de una roca o elementos prominentes y solitarios, porque por su humedad y verticalidad, aumenta la intensidad del campo eléctrico.
5.- Alejarse de objetos y elementos metálicos como vallas metálicas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, rieles de ferrocarril, bicicletas y motocicleta. La proximidad con grandes objetos metálicos es peligrosa, incluso cuando no se tiene contacto con ellos, ya que la onda de choque producida por el rayo calienta sobremanera el aire lo que puede producir lesiones importantes.
6.- Alejarse de terrenos abiertos y despejados, como praderas, cultivos y campos deportivos. En estas zonas sobresalimos bastante del terreno y nos convertimos en una especie de pararrayos.
7.- Aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas. Salir inmediatamente y alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua.
8.- Alejarse y no refugiarse en pequeños edificios aislados como graneros, chozas y cobertizos. Las tiendas de campaña tampoco son seguras.
RECOMENDACIONES
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