“Conforme al Derecho Internacional Humanitario se prohíbe categóricamente hacer pasar hambre a la población civil como método de combate; está prohibido atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese fin, objetos indispensables para la supervivencia de la población civil, como alimentos, zonas agrícolas para la producción de alimentos, cosechas, ganado, instalaciones de agua potable y suministros y obras de riego”, exponen en el comunicado.
A continuación, el texto íntegro:
ALBA-TCP reitera su preocupación por la escalada de violencia en la franja de gaza y hace un llamado al respeto del derecho internacional humanitario
“Los Estados Miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América — Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) reiteran su profunda preocupación por la escalada de violencia en la Franja de Gaza que viola los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, las normas del Derecho Internacional Humanitario, establecidas en el Convenio de Ginebra y sus protocolos adicionales.
Conforme al Derecho Internacional Humanitario se prohíbe categóricamente hacer pasar hambre a la población civil como método de combate; está prohibido atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese fin objetos indispensables para la supervivencia de la población civil, como alimentos, zonas agrícolas para la producción de alimentos, cosechas, ganado, instalaciones de agua potable y suministros y obras de riego.
La Alianza, fiel a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, al Derecho Internacional, al respeto a la autodeterminación de los pueblos, a la justicia social y a la paz, insta a respetar el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario y se permita la entrada a Gaza de suministros vitales para salvar vidas, incluidos combustibles, alimentos y agua e insiste en su llamado a la Organización de Naciones Unidas y a la comunidad internacional para la búsqueda de una solución justa y definitiva al conflicto a través del diálogo, basada en una solución de dos Estados, que permita a Palestina el ejercicio del derecho a la libre determinación como Estado independiente y soberano, con Jerusalén Oriental como su capital, basada en las fronteras anteriores a 1967”.