La Guardia Civil, en cooperación con Interpol y la Policía de Colombia, desmanteló una red de venta fraudulenta de mascotas, que logró en tres años más de 35 millones de euros en transacciones con criptomonedas e ingresó más de tres millones en efectivo.
En la operación, que aún sigue abierta, fueron detenidas 28 personas en España y Colombia, y hay además otras 30 investigadas.
A los detenidos se les atribuyen delitos de estafa, falsificación de documentos, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, entre otros. Sólo en España se han identificado 250 víctimas a las que han estafado más de 150.000 euros.
La investigación comenzó tras una denuncia por estafa en la que se hacía constar que tras realizar el pago por la compra de una mascota, la misma nunca se llegó a recibir.
Las estafas se centraban en la supuesta venta de perros de compañía ofertados por unos 500 euros a través de diversos portales de compraventa. Para ganar la confianza de las víctimas, los miembros de la organización enviaban documentos de identidad usurpados previamente de otras personas estafadas.
Tras recibir el primer pago, los presuntos vendedores exigían un segundo y si la víctima se negaba, era amenazada de muerte mediante mensajes y llamadas telefónicas.
Un punto clave de la investigación fue la implicación del propietario de un locutorio, que aprovechaba su actividad laboral y conocimiento del sector para actuar como testaferro en España.
Tanto él como su pareja ingresaron unos tres millones de euros mediante cajeros automáticos distribuidos en diversas provincias españolas y estos fondos eran posteriormente enviados a cientos de direcciones de criptomonedas para dificultar su rastreo, que eran operadas por miembros de la organización ubicados en Colombia y Camerún, donde se encontraban sus principales líderes.
Los agentes practicaron nueve registros en España y tres en Colombia en los que, entre otros efectos, incautaron teléfonos móviles utilizados para cometer las estafas y mantener contacto con las víctimas, vehículos, ordenadores, máquinas contadoras de billetes, dinero, armas de fuego y documentación.
Han sido identificadas víctimas en prácticamente toda España.
EFE