“El abandono de la energía nuclear hace que nuestro país sea más seguro. Los riesgos de la energía nuclear son, en última instancia, incontrolables”, sostuvo la ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke.
Así, los tres últimos reactores entre ellos Emsland, en el noroeste de Alemania, el Isar 2 y Neckarwestheim 2, en el sur serán parados definitivamente este fin de semana.
El año pasado, las tres centrales nucleares restantes solo representaron cerca del 5 % de la producción eléctrica del país.
Mientras tanto, un sondeo publicado el viernes por la cadena ARD mostró que el 59 % de los alemanes cree que la decisión del Gobierno de abandonar la energía nuclear fue equivocada, mientras que el 34 % está de acuerdo con la política.
“Los políticos deben adaptarse a las nuevas circunstancias”, declaró a AP el diputado del partido de oposición Unión Demócrata Cristiana de Alemania Albert Stegemann. “Y yo acuso al Gobierno de no hacerlo en absoluto”, agregó.