Amnistía Internacional (AI) alertó sobre el uso de “fuerza excesiva” por parte de los cuerpos de seguridad de Venezuela contra las protestas para exigir derechos sociales y económicos, manifestaciones que han sido disuadidas con “medidas represivas”, según la organización.
En el capítulo Venezuela, dentro del informe 2022-2023 de AI, se destaca que la “mayoría de la población sufría inseguridad alimentaria grave y no tenía acceso a atención médica adecuada”, de acuerdo con los datos condensados para este balance, el cual está alimentado por reportes de varias ONG e instituciones internacionales.
Pese a que el número de “manifestaciones multitudinarias” para exigir derechos civiles y políticos disminuyó, prosigue el escrito, “las autoridades reaccionaron con tácticas represivas más selectivas (…) y sistemáticas, como utilizar el sistema judicial para acallar la disidencia y criminalizar a los defensores de derechos humanos”.
“Los servicios de inteligencia y otras fuerzas de seguridad, con la aquiescencia del sistema judicial, continuaron deteniendo de forma arbitraria, torturando e infligiendo otros tipos de malos tratos a las personas consideradas opositoras al Gobierno de Nicolás Maduro”, sostiene el informe.