|| David Marcano Duarte
Como una sobreviviente de la enfermedad, alertó a no perder la homeostasis del cuerpo
De acuerdo a lo expuesto por María Rosa Iacovella, sobreviviente de cáncer de mama, esta patología puede alertar acerca de las propias emociones.
“Transcurrimos la mayor parte del tiempo pendiente de lo que ocurre afuera de nuestro organismo (de las preocupaciones), dejando de lado nuestro cuerpo”.
Advirtió que cuando el cuerpo manifiesta una enfermedad como el cáncer, es el momento de entender que hay un desequilibrio interior, “por lo que es necesario recuperar ese aspecto emocional para afrontarlo”.
El testimonio de esta guerrera de la vida se escuchó durante el conversatorio “Sanar es posible”, organizado en el marco de la Semana Rosa, por el Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios Arnoldo Gabaldón, en Maracay, estado Aragua.
Iacovella consideró que el cáncer ocurre porque se pierde la homeostasis del cuerpo, que da paso a la reproducción exagerada de células que a su vez atacan los tejidos, no sólo las mamas, sino todo el organismo.
“Pero en mayor proporción las mamas, dado que están más relacionadas con la emocionalidad de las madres hacia los hijos y la pareja”, acotó.
Explicó que cuando una mujer no manifiesta amor propio, se desata una bioquímica en el organismo que produce la enfermedad.
“Si permanecemos de manera prolongada con ese tipo de pensamientos o con alto estrés a diario, entonces el cuerpo pasa factura”, dijo.
Ante esto, recomendó -de forma preventiva- efectuarse el chequeo de forma anual, al menos que haya una línea de familia materna o paterna con cáncer de mama, lo que debería aumentar los procesos preventivos.
Igualmente, señaló que otros factores que inciden en la aparición de este tipo de patología, es no alimentarse, ni dormir bien, así como no distraerse mentalmente.
“La gente muere más por el miedo al cáncer, que por la misma enfermedad”.
