||David Marcano Duarte
* Especialistas advierten que algunos trastornos o dificultades auditivas limitan el proceso de aprendizaje**
A propósito del inicio de un nuevo año escolar, la fonoaudióloga Saraí Fernández, resaltó la importancia de orientar al docente de aula, porque muchas veces las dificultades comunicativas de los niños no obedecen al área cognitiva, sino más bien a algunos trastornos o dificultades auditivas. “Aunque hay niños que quizás presentan un déficit visual y por supuesto se limita el aprendizaje”, dijo.
Explicó que por tratarse de la primera persona con la que el niño se topa en su proceso de socialización dentro de la educación inicial, es vital darle a los docentes herramientas para que las utilicen como guía que faciliten el proceso educativo.
“Cuando un niño llega al fonoaudiólogo, remitido por el docente, generalmente obedece a causas observadas en el aula, pero sin saber claramente qué es lo que ocurre en realidad”, apuntó.
La profesional, quien presta servicios en la Fundación Regional del Niño Simón Aragua y en el Hospital Militar Cnel. Elbano Paredes Vivas de Maracay, resaltó que la labor del maestro es ser el garante de que se cumpla la comunicación efectiva del niño con la escuela, familia y comunidad. Igualmente, se deben afianzar lazos con el equipo multidisciplinario que integran pediatras, psicólogos, odontólogos y psicopedagogos, si es el caso.
En este sentido, mencionó que la intervención del fonoaudiólogo no es exclusiva para niños con síndrome de down o autismo, “como a veces se piensa”, sino que su accionar abarca también la atención de todos los denominados neurodiversos, cuya comunicación y socialización está afectada con el resto.
“El fonoaudiólogo también está en la capacidad de desarrollar las habilidades comunicativas no verbales en los niños, como el uso adecuado del pictograma e incluso el uso de lengua de señas”, agregó.
RECURSOS PARA LA FAMILIA
En cuanto al rol de la familia, Fernández indicó que en estos casos es crucial ofrecerle toda la orientación necesaria, a través de recursos y estrategias, para fomentar la comunicación y el desarrollo del lenguaje en su entorno.
De la misma forma, sugirió el uso de tecnología educativa, aplicaciones y herramientas digitales, ya que puede ser recursos valiosos para estimular el lenguaje.
SEÑALES DE ALERTA
De acuerdo a la especialista, las señales de alerta, dependiendo de la edad del niño, pueden ser:
Entre 2-3 años
* No sigue instrucciones.
* No forma oraciones de dos o más palabras.
* No muestra interés en la interacción social.
* Se comunica por medio de señas.
De 4-6 años
* Sustituye fonemas.
* No tiene comprensión lectora.
* No lleva un hilo comunicativo coherente.
A partir de los 7 años
* Comúnmente tienen dificultades para pronunciar la “R”, o combinados con “L”.
EL DATO
Los fonoaudiólogos se encargan de evaluar, diagnosticar, promocionar y prevenir los trastornos del lenguaje, el habla, la deglución, la voz y la audición en personas de todas edades.
Fotos Cortesía