Guyana solicitó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) suspender un referendo consultivo impulsado por Venezuela sobre el territorio Esequibo que ambos países se disputan desde hace más de un siglo.
«Guyana presentó en la Secretaría de la Corte Internacional de Justicia una solicitud de indicación de medidas provisionales» para pedir que Venezuela «no proceda con el referendo consultivo como está planteado», según un comunicado del máximo tribunal de la ONU difundido este martes.
El gobierno de Guyana dijo horas después en un comunicado que el pedido responde a un «plan siniestro de Venezuela de apoderarse de territorio guyanés», al tiempo que Caracas tachó la acción de «barbarie».
«Lo que ha pedido Guyana es un exabrupto, pedirle a Venezuela que derogue su orden constitucional, lo cual no va a ocurrir», lanzó la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en una declaración a la prensa. «Eso que ocurrió (…) si no fuera tan trágico, sería risible».
Venezuela llamó a un referendo consultivo para el 3 de diciembre sobre el Esequibo, que plantea la creación de un estado (provincia) en esa zona y nacionalizar a sus habitantes.
Guyana pidió a la CIJ, «debido a la urgencia del asunto», que fije una audiencia antes de la fecha de esta consulta para tomar una determinación.
«Es una situación inédita, donde un país se auto atribuye ser la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela», fustigó Rodríguez. Y «pide ahora a un organismo internacional (…) derogar la Constitución (…), es una grosería».
El Esequibo, de 160.000 km2 y rico en minerales y biodiversidad, es administrado por Guyana, que se ampara en un laudo suscrito en París en 1899 que fija unos límites que Venezuela rechaza.
El Acuerdo de Ginebra, que firmó Venezuela en 1966 con Reino Unido antes de la independencia guyanesa, establecía bases para una solución negociada, desconociendo el documento anterior.
La CIJ dictaminó en 2020 que tenía jurisdicción para analizar el litigio, pese al rechazo de Venezuela, que terminó participando en el proceso.
La pugna fue reavivada en 2015, tras el hallazgo de yacimientos petroleros por parte de la estadounidense ExxonMobil, de la que Venezuela dice que Guyana es «lacaya». Y en los últimos meses ha degenerado a estos acalorados intercambios tras la concesión de licencias de explotación en aguas en disputa.
El presidente Nicolás Maduro dijo este martes que Venezuela no reconoce las licencias otorgadas por Guyana.
«A todas las empresas que pretendan entrar en aguas venezolanas de manera ilegal o en aguas no delimitadas, Venezuela le dará una respuesta legal (…) Venezuela no reconoce ninguna licencia de Guyana en sus aguas por delimitar o en sus aguas delimitadas», señaló el mandatario durante una reunión con su gabinete donde llamó a votar en el referendo.
El pedido
Caracas sostiene que el Esequibo le pertenece porque era parte de la Capitanía General de Venezuela del Imperio Español y que los límites en los países de Sudamérica fueron establecidos bajo el principio «utis possidetis iuris», que implica que les corresponde el territorio que tenían durante la Colonia.
El referendo consultivo, no vinculante, consta de cinco preguntas, que abarcan además el apoyo y rechazo a ambos laudos, y consulta también sobre desconocer la jurisdicción de la CIJ, pese a que Venezuela terminó aceptándola.
Guyana solicitó a la CIJ que Venezuela suspenda las preguntas uno, relacionada a la validez del acuerdo de Ginebra; tres, sobre el rechazo a la jurisprudencia del tribunal mundial; y cinco, sobre la creación del estado Esequibo.
Maduro ha denunciado que Guyana «ha tomado el camino de la escalada belicista, de la provocación», al tiempo que inició la construcción de una pista de aterrizaje militar cerca del límite con el Esequibo y repite que responderá a cualquier tipo de agresión.
Georgetown por su parte reiteró su pedido de apoyo a Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y sus vecinos de la Comunidad del Caribe (Caricom).