El retorno de la disputa por el Esequibo genera dudas entre internacionalistas que se refieren a las reacciones políticas principalmente de micrófonos abiertos- en el marco del polémico proceso de licitaciones convocado por Guyana para la explotación del petróleo y gas en una zona marítima pendiente de delimitación.
En su artículo El Esequibo: ¿Qué hacer?, Héctor Faúndez, abogado y politólogo, cuestiona la posible falta de claridad para abordar la defensa del territorio situado al oeste del río Esequibo, y que Venezuela reclama como suyo.
Faúndez cuestiona que faltando seis meses para que venza el plazo para que Venezuela presente su contramemoria en el proceso actualmente en curso ante la Corte Internacional de Justicia, la Asamblea Nacional quiera preguntarle a los venezolanos qué hacer.
“Eso deberían saberlo los abogados del gobierno, que son los que llevan el caso, y que son los que profesionalmente deberían estar en capacidad de dar una respuesta apropiada. Pero parece que ellos tampoco lo saben, porque no lo han estudiado, o porque no es su campo de experticia. Si estamos aquí es porque los abogados de Venezuela no han preparado la contramemoria que próximamente deberían entregar a la Corte”, sostiene.
El jurista considera que Venezuela está buscando pretextos para retirarse del procedimiento ante la Corte. En lo esencial, refiere, la pregunta que desean formular es: ¿Considera Ud. que Venezuela debe retirarse del procedimiento que cursa ante la Corte Internacional de Justicia por la controversia del Esequibo?
Y aconseja: “Venezuela tiene seis meses por delante, y todavía tiene tiempo de cambiar su equipo de abogados y su estrategia ante la Corte. Venezuela tiene cómo probar, con argumentos sólidos, que el laudo de 1899 es nulo, y que el territorio situado al oeste del río Esequibo le pertenece. Cualquier otra cosa es dar manotazos de ahogado. La sentencia que dicte la Corte, dentro de tres o cuatro años, será obligatoria. Por lo tanto, lo único que está por delante es defender los derechos e intereses de Venezuela. ¡Eso no se pregunta! Si quienes hoy están en Miraflores son incapaces de hacerlo, y sienten que el calor los agobia, que se salgan de la cocina”.
Presentarse a tribunales
Gerson Revanales, presidente del Colegio de Internacionalistas, coincide con Faúndez. Opina que Venezuela no tiene otra opción más que presentarse ante los tribunales con abogados expertos en la materia y toda la documentación necesaria. De lo contrario, existe el riesgo de perder el Esequibo, que abarca unos 160 mil kilómetros cuadrados.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) rechazó los argumentos presentados por Venezuela, por lo que continuará un proceso en el que Guyana espera que el tribunal juzgue la validez del Laudo Arbitral de 1899 que otorgó el territorio a Reino Unido y Guyana, cuando aún era colonia.
Según el diplomático de carrera, Venezuela ya tiene ganada la disputa en cuanto a la documentación, ya que el propio libertador Simón Bolívar hizo el reclamo a los ingleses en 1822. Adicional a esto, en 1966, durante el gobierno de Raúl Leoni, se firmó el Acuerdo de Ginebra, donde Inglaterra reconoció la existencia de un problema que requería una solución.
Revanales también recordó que el artículo cuarto del Acuerdo de Ginebra, basado en el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, incluye mecanismos de solución pacífica diplomáticos, políticos y jurisdiccionales. Por otro lado, señaló que el Caribe nunca reconoció el derecho de Venezuela sobre esa zona y siempre muestra afinidad hacia Guyana por motivos raciales.
Venezuela introdujo dos recursos que fueron rechazados por la CIJ. Ahora, se desconoce si el país asistirá el 8 de abril de 2024 a la denominada contra memoria para rebatir los cinco petitorios consignados por el gobierno de Guyana.
Para Revanales, el Esequibo es un tema que involucra problemas de soberanía nacional, ya que se trata de un territorio que legítimamente pertenece a Venezuela y está bajo posesión arbitraria de Guyana debido a conspiraciones previas. Paralelamente, implica preocupaciones de seguridad nacional, ya que Venezuela no puede ejercer soberanía ni control en esta área, lo que facilita problemas como el narcotráfico y la trata de personas. Por último, afecta la integridad territorial del país.
Con información de El Público TV