EE UU ha lanzado por orden del presidente Joe Biden ataques aéreos contra dos instalaciones en el este de Siria utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos afiliados, informó este jueves el secretario de Defensa del país norteamericano, Lloyd Austin.
“Estos ataques de autodefensa de precisión son una respuesta a una serie de ataques en curso y en su mayoría infructuosos contra personal estadounidense en Irak y Siria por parte de grupos de milicianos respaldados por Irán que comenzaron el 17 de octubre”, reza el comunicado.
Desde el Pentágono aseguraron que Washington “no busca el conflicto” y “no tiene intención ni deseo de participar en más hostilidades”, pero los ataques contra las fuerzas estadounidenses “son inaceptables y deben cesar”. Según el organismo, si los ataques continúan, EE UU “no dudará en tomar otras medidas necesarias” para proteger a sus ciudadanos.
El Departamento de Defensa denunció que, como resultado de los ataques sufridos, un contratista murió y 21 soldados resultaron heridos leves. “El presidente no tiene mayor prioridad que la seguridad del personal estadounidense y ordenó la acción de hoy para dejar claro que EE UU no tolerará tales ataques y se defenderá a sí mismo, a su personal y sus intereses”, subraya la cartera de Defensa.
Asimismo, el organismo destacó que los ataques lanzados por Washington están “destinados únicamente a proteger y defender al personal estadounidense en Irak y Siria” y son “separados y distintos del conflicto en curso entre Israel y Hamás”.
Blancos alcanzados
Los ataques corrieron a cargo de dos cazas F-16 con uso de municiones de precisión, declararon a Reuters funcionarios estadounidenses bajo condición de anonimato.
Los objetivos atacados fueron un almacén de armas y un depósito de municiones ubicados cerca de la ciudad de Abu Kamal, en la frontera con Irak, que usaban el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y sus milicias.
“Lo que queremos es que Irán tome medidas muy concretas, que ordene a sus milicias y apoderados que se retiren”, recalcó una de las fuentes, que precisó que los ataques no fueron coordinados con Israel.
Previamente, el portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, comunicó que EE.UU. desplegará en Oriente Medio alrededor de 900 militares adicionales para reforzar las defensas aéreas y proteger a su personal.
Tras la escalada de tensiones generada por la guerra entre Hamás e Israel, los militares estadounidenses y el personal de sus aliados en la región fueron atacados doce veces en Irak y cuatro veces en Siria la semana pasada, agregó.