Existen diferentes remedios caseros para los callos en los pies, que involucran el uso de productos naturales (por ejemplo: cebolla, limón, vinagre) y algunos compuestos, como las sales de Epsom o el bicarbonato de sodio.
Estos remedios pueden ayudar a combatir el problema de los callos y aliviar las molestias que generan. Y es que, tal y como cuidamos la piel del rostro, deberíamos hacer lo mismo con los pies. De lo contrario, aparecen diferentes signos de daño o de descuido.
Los callos o callosidades son engrosamientos o endurecimientos que se forman en diversas áreas de la piel. Son más comunes en las manos y los pies, aunque también hay en los codos.
Piedra pómez
La piedra pómez es un tipo de roca de origen volcánica. Su densidad es tan baja que puede flotar en el agua. Por otra parte, debido a su textura, tradicionalmente se ha usado para exfoliar tanto la piel muerta como los callos
Según lo señalado en algunos estudios, la piedra pómez se considera efectiva en el tratamiento dermatológico para tratar lesiones hiperqueratósicas causadas por la fricción, ayudando a rebajar las callosidades.
Lo recomendable es, primero, sumergir los pies en agua tibia con sal durante algunos minutos. Luego, se pasa la piedra pómez por el área afectada con los callos, haciendo movimientos circulares.
Cebolla
Un remedio casero para los callos en los pies consiste en la aplicación de media cebolla durante toda una noche. Se considera que sus ácidos ayudarían a ablandar la piel callosa y así, al pasar luego la piedra pómez, se eliminaría más fácilmente.
Para obtener mejores resultados, se dice que se debe repetir la aplicación cada noche, justo antes de acostarse. Para que la cebolla quede bien fijada en la zona, hay que colocarse calcetines.
Ajo
En lugar de aplicar media cebolla, puedes utilizar un ajo para el mismo fin, ya que se considera que sus ácidos y compuestos sulfurosos ayudarían a eliminar los callos y las durezas. Sin embargo, para que el efecto sea más potente, se prepara una mezcla con aceite de oliva.
En concreto, se combina un diente de ajo machacado con una cucharada colmada de aceite de oliva y se aplica sobre la zona afectada. Luego, se tapa con una gasa, venda o paño y se deja actuar toda la noche. Hay que repetir este procedimiento todos los días, hasta que el callo desaparezca.
Sobre la efectividad de este remedio casero para los callos de los pies, debemos señalar que el ajo cuenta con varias propiedades nutracéuticas estudiadas; sin embargo, pocas tienen que ver con la piel.
Asimismo, el aceite de oliva brinda diversos beneficios para la piel, pero en los estudios no señala que haya alguno específicamente relacionado con las callosidades.
Caléndula
Por sus propiedades antiinflamatorias, la caléndula ha sido muy utilizada en diversos remedios naturales, incluyendo aquellos orientados a eliminar las callosidades de los pies.
Se pueden conseguir ungüentos a base de esta planta para aplicar por las noches, pero también es posible preparar una infusión y combinarla con sales de Epsom, para poner los pies en remojo.
Aunque no se tienen evidencias de su efectividad en el tratamiento de los callos en los pies, en algunos estudios se señala que la caléndula puede ayudar con las úlceras del pie diabético, promoviendo la formación de nuevos tejidos.
Zumo de limón y vinagre
Se considera que el zumo de limón junto con vinagre es un eficaz remedio casero para los callos de los pies. Cabe destacar que esta mezcla se diluye en un litro de agua tibia y luego se vierte en un recipiente donde se puedan colocar los pies en remojo por un rato.
Bicarbonato de sodio
Preparando una pasta de bicarbonato de sodio también es posible ablandar y eliminar los callos de manera natural. Basta con mezclar un poco de esta sustancia con agua, y aplicarla con ayuda de una paleta de madera sobre la piel endurecida y callosa.
Se deja actuar un rato, entre 15-20 minutos, y se procede a retirar suavemente con ayuda de la piedra pómez. Al final de este tratamiento es recomendable aplicarse una capa de vaselina para rehidratar.
Con información de Primicia