Un absceso es básicamente la acumulación de pus en alguna cavidad del cuerpo producto de una infección. Pueden presentarse diferentes tipos de abscesos entre los que se encuentra el tipo dental.
Al aparecer una infección, el cuerpo la ataca con el sistema inmunitario, produciendo y dirigiendo al lugar mayor cantidad de glóbulos blanco, lo que producen la inflamación.
Cuando de absceso dental se trata, esta es una infección que se produce en la encía, causando grandes dolores agudos, punzantes y molestias. Puedes reconocer que sufres un absceso dental cuando, además, presentas dolor de muela, dientes sensibles, inflamación y enrojecimiento de la encía, mal sabor, halitosis y fiebre.
Según sea su causa, pueden presentarse dos tipos de abscesos dentales: el periapical y el periodontal. El primero se forma debajo del diente, ya que está causado por una caries mal tratada o algún traumatismo en el diente. El segundo es el que aparece en la encía o hueso que le da soporte al diente.
Aunque estos abscesos deberían tratarse en el consultorio médico, existen algunos tratamientos que puedes hacer en casa para aliviar sus síntomas. Sobre todo si la infección está comenzando y sigue siendo leve.
Tratamientos casero para el absceso dental
Té de menta
La menta ayuda en la buena digestión, por lo que te permitirá acelerar el proceso desinflamatorio. Esto aliviará el dolor, otorgándote una relajación corporal y mental.
Del mismo modo, te reforzará tu sistema inmunitario, reduciendo las posibilidades de una próxima infección.
Aceite de clavo
Aunque no es muy común este tipo de aceite, podrás prepararlo fácilmente uniendo estos dos ingredientes. Este aceite contiene propiedades antibacterianas y analgésicas. Aunque no eliminará la inflamación, sí dormirá el área afectada proporcionando un alivio inmediato.
Agua salada
Hacer enjuagues bucales con agua salada te ayudarán a controlar las bacterias presentes en la boca, eliminando el pus. Estos enjuagues podrás realizarlos con agua fría, pero si la molestia dental en muy fuerte, podrás prepararlo con agua al natural. Todo dependerá de tu nivel de tolerancia. Practícalo cuantas veces al día sea necesario para ir disminuyendo la inflamación y el dolor.
Con información de Diario 2001.