El pilates es un sistema de entrenamiento físico y mental que aporta muchos beneficios a nivel de salud y bienestar.
Practicar esta actividad que fue creada a principios del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates, tiene por objeto fortalecer el cuerpo y la mente.
Es decir, gracias a este entrenamiento lograrás equilibrar todo tu ser y con ello estarás incluso combatiendo el estrés, por ejemplo.
¿Cómo el pilates ayuda a combatir el estrés?
Esta disciplina que combina técnicas de gimnasia, ballet y yoga está inspirada según los expertos, en criterios médicos relacionados a la traumatología y la rehabilitación.
Esto se debe a que su creador lo diseñó para solucionar problemas físicos, y a su vez tratar la parte mental y hasta emocional, la cual muchas veces es responsable de esas dolencias físicas.
En este sentido, el pilates puede ayudar a aliviar el estrés, haciendo que la persona disminuya la velocidad y haciendo que se concentre únicamente en el cuerpo y en los ejercicios en cuestión.
Por tanto, llevar a cabo esta actividad de manera consciente ayudará a mejorar la concentración y brinda la oportunidad de concentrarse en el momento presente.
Dicho de otra manera, al esforzar el control mental sobre el movimiento, el equilibrio, la respiración y la fuerza, el cerebro suspende preocupaciones y ansiedades, mermando así los niveles de estrés.
Toma en cuenta
Aunque los expertos aseguran que esta herramienta es muy útil para liberar las cargas del día a día, también señalan que para ser realmente efectivo no bastará con un par de ejercicios.
Para lograrlo es necesario seguir una rutina y practicar mínimo dos veces a la semana. Además, de contar con la guía de un profesional que te oriente, pues con ello también se evitan lesiones.
¿Cómo se logra? Al concentrarse en ejercicios de respiración y repetir movimientos suaves puede traer paz, fomentar un estado natural de atención plena, mejorar la circulación sanguínea y fomentar la relajación.
Por tanto, al concentrarse en el cuerpo y en ejercicios específicos ayuda a mantener alejados los pensamientos estresantes que distraen.
En conclusión, el solo acto de ejercitarse disminuye las hormonas del estrés, como el cortisol, y al mismo tiempo aumenta las endorfinas, la sustancia química que hace que el cuerpo se sienta bien.
Con información de Diario 2001